Comenzó el juicio por el secuestro de un joven a quien le amputaron un dedo

La víctima fue Ariel Strajman. Le cortaron un dedo para enviarlo como "prueba de vida".

BUENOS AIRES (DyN).- En el primer día del juicio oral y público contra los nueve acusados por el secuestro de Ariel Strajman, el tribunal escuchó ayer los vejámenes que el chico sufrió por su condición de judío mientras estuvo cautivo, cómo le cortaron el dedo para enviarlo como «prueba de vida» y luego lo dejaron solo, abandonado en una casa, a la espera de que la policía lo fuera a buscar.

Es que, según se relató en el inicio del debate, uno de los nueve acusados, el que está señalado de haber sido organizador de la asociación ilícita, fue el que dio aviso a la Policía para que fueran a buscar al joven pues ya habían empezado las detenciones y tenía miedo de que el muchacho se muriera, con lo cual se agravaría su situación judicial.

Otro dato que no pasó desapercibido para los investigadores fue la cantidad de vehículos que tenía la acusada familia Sommaruga, donde había 4×4 y autos importados, pese a que -según admitieron- dos eran remiseros y otro un empleado que no superaba el sueldo de mil pesos mensuales.

«Quizás ya habían llevado adelante otros secuestros pero no se supo porque hay gente que no denuncia», resaltó el abogado Carlos Wiater, representante de la familia Strajman, quien -según anunció ayer- cuando llegue la etapa de alegatos pedirá 37 años y medio de cárcel para los acusados.

La pesadilla que sufrió Ariel Strajman entre el 16 y 19 de octubre del 2002 quedó expuesta ayer durante la larguísima lectura de la acusación fiscal, la querella particular y el auto de elevación a juicio, que inauguró el juicio oral y público contra los imputados.

Así, empezó el proceso que se extendería hasta el 6 de setiembre y por el que des

filarán 85 testigos, el primero de ellos la víctima. Tras esas lecturas, la familia Sommaruga, que está acusada del secuestro, se negó a hablar, salvo por la declaración indagatoria de uno de sus integrantes, Diego Sibio, quien eligió pasar ante los jueces para decir que era inocente y que nunca supo nada de lo que le pasó a Ariel Strajman.

Los cuatro «patovicas», que también están sentados en el banquillo, serán invitados a declarar hoy a partir de las 13.

Ni Ariel Strajman ni sus padres estuvieron en la sala de audiencias, porque serán testigos en el proceso.

En el banquillo, sin embargo, sí estuvieron los nueve detenidos por la causa: Alberto Sommaruga; su esposa, María Gottig; los hijos Adrián y Pablo Sommaruga, y Diego Sibio. También estaban los «patovicas» Diego Ferreyra, Osvaldo Keroa, Claudio Abeiro y Nicolás Bárbaro.


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