Comenzó el juicio por millonaria estafa a la Anses
Con la lectura de la acusación fiscal, los cinco imputados de haber estafado a la Anses en más de un millón de pesos comenzaron a ser juzgados. Hoy podrán declarar ante los jueces.
Tal como estaba previsto, el debate inaugural no arrojó novedades, ya que se dio lectura a gran parte de la extensa acusación fiscal. Fueron cerca de tres horas de lectura, en donde el secretario del Tribunal, Alejandro Silva, enumeró los casi 70 casos de defraudación detectados y los elementos que la fiscal Alicia Ferrando encontró contra los imputados.
En el banquillo de los acusados se encontraban los cinco procesados: la ex jefa de la delegación local de la Anses, Susana Rodríguez de Aís; la abogada Noralí Melo; el ex empleado de repartición nacional, Gabriel Sanhueza; el ex policía federal, Claudio Hidalgo; y el ex jefe de personal de la empresa frutícola Moño Azul, Guido Zapata.
Frente a ellos, estuvieron el fiscal Mario Sabas Herrera y el querellante Sergio Schroeder.
En su acusación fiscal, Ferrando dejó en claro las distintos roles que su juicio cumplió cada uno de los imputados para llevar adelante la estafa, que superó el millón de pesos.
Los roles, según la fiscal
Para la fiscal, Melo iniciaba los trámites y presentaba la documentación apócrifa. Simuló verificar los datos personal de los «beneficiarios» y percibió los primeros pagos en el banco de la jubilaciones falsas. Para Ferrando, la abogada sabía del origen de las certificaciones de trabajos, y además resaltó que figura su firma.
También indicó que quienes cobraban la jubilaciones, negaron haber trabajado en los lugares o empresas que figuraban en los recibos.
En el caso de Sanhueza, y siempre según la acusación fiscal, «verificaba» los servicios que no habían sido prestados. Consignó nombres falsos de apoderados de empresas y fue uno de los mentores de la maniobra. «No es una víctima como intenta colocarse», aseguró.
Con respecto a Rodríguez de Aís, Ferrando consideró que los trámites fueron «verificados» por ella (Rodríguez de Aís). «No controlaba los servicios que supuestamente se habían prestado. La ausencia de supervisión va más allá de una simple omisión. Actuó a sabiendas. Su conducta permitió que la estafa se consumara», argumentó.
En el caso de Zapata, señaló que «su actividad persiguió un fin personal». También mencionó que hay testimonio que indican que recibía dinero por llevar gente al estudio (de la abogada Melo).
Finalmente fue el turno del ex policía federal Claudio Hidalgo, de quien aseguró que tenía conocimiento de la maniobra y se arrogó la representación de empresas «fantasmas».
La segunda audiencia se llevará a cabo hoy a las 9. Los imputados tendrán la posibilidad de declarar -si así lo quieren- ante el Tribunal, aunque seguramente apenas se abra la segunda jornada, varios defensores presentarán nulidades.
Se cree que el juicio durará no menos de tres semanas, especialmente por la cantidad de testigos.
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