Comienza la 'guerra judicial'

Las demandas judiciales ya se multiplican en Estados Unidos antes de los comicios del 2 de noviembre, suscitando el temor de que como hace cuatro años los jueces puedan desempeñar un papel determinante en la designación del próximo presidente de este país.

«Ya ha habido 35 procesos iniciados en 17 Estados, algunos incluso antes de que se haya emitido el primer voto», manifestaba indignado ayer el presidente del Partido Republicano, Marc Racicot, en un correo electrónico dirigido a sus seguidores, en el que reprochó a los demócratas querer «ganar esta elección en los tribunales más que en las urnas».

Pero los demócratas justifican sus demandas como forma de contrarrestar el supuesto plan de los republicanos de querer intimidar a los electores para privarlos de su derecho al voto. «No está claro si el presidente Bush está haciendo una campaña u organizando un golpe de Estado», escribió ayer un columnista del diario The Washington Post, Harold Meyerson, quien cuestionó a los republicanos por «dedicar los últimos días de la campaña a intentar suprimir el voto demócrata más que a movilizar el suyo».

Como resultado, juristas y observadores ya anticipan que el resultado de los comicios podría atrasarse.

Así, parecen estar servidos todos los ingredientes para un desenlace tan catastrófico como la de 2000, cuando la controversia electoral en la Florida retardó durante 36 días el resultado de las elecciones, lo que se resolvió con la intervención de la Corte Suprema que proclamó la victoria de George W. Bush.

Según el profesor de la facultad de derecho Loyola de Los Angeles, Richard Hasen: «el electorado está increíblemente polarizado, los Estados no están preparados y el sistema está orientado hacia la judicialización». «Si está tan reñido (como en 2000), los reclamos en la justicia son casi seguros», agregó.

«Hay muchas inscripciones fraudulentas» en las listas electorales, acusan los republicanos, como el gobernador de Ohio, Bob Taft.

Los demócratas no se quedan atrás y denuncian que la intimidación de electores es habitual, apuntando sobre todo a los electores «negros, marrones, rojos o beiges», según la expresión que -denuncian- utilizó el ex alcalde de Detroit, Dennis Archer.

Desde que algunas oficinas de votación abrieron antes de la fecha oficial de los comicios para recibir el votar anticipado, los republicanos han incrementado sus esfuerzos para reclamar a los escrutadores que verifiquen en forma más detallada los registros de electores. Por su parte, los demócratas se aseguran que «si los electores están inscriptos puedan votar y que su voto sea contado, a diferencia de lo que pasó en 2000», según explicó recientemente el asesor de John Kerry, Joe Lockhart.

Pero los litigios tienen también otros motivos: en una primera etapa, los demócratas hicieron verificar con lupa las firmas de apoyo presentadas por el candidato independiente Ralph Nader para inscribirse en varios estados. Sus gestiones llevaron a que Nader no pudiera presentarse en algunos de ellos como Pensilvania, según decidió la Corte Suprema el fin de semana. (AFP)

Nota asociada: ELECCIONES EN EE. UU. : Masiva votación y denuncias cruzadas en Florida    

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Las demandas judiciales ya se multiplican en Estados Unidos antes de los comicios del 2 de noviembre, suscitando el temor de que como hace cuatro años los jueces puedan desempeñar un papel determinante en la designación del próximo presidente de este país.

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