Cómo fue la pelea entre Redrado y Moreno

"Martín, este tipo te hace quedar como un boludo". El secretario salió a controlar el dólar por orden de K.

BUENOS AIRES (ABA)- El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, volvió a generar fricciones entre sus colegas del gabinete. Su última «víctima» fue el presidente del Banco Central, Martín Redrado, con quien discrepó la última semana sobre los métodos que debe aplicar el gobierno para frenar la suba del dólar. Redrado está furioso con Moreno, al que acusa de haberse entrometido con sus métodos heterodoxos en la política cambiaria que lleva adelante el BCRA. La pelea entre los funcionarios incluyó una mediación entre ambos del propio ex presidente Néstor Kirchner, contaron a «Río Negro» fuentes del entorno presidencial.

Por pedido de Kirchner, Moreno pasó la semana pasada llamando a la mayoría de los dueños y directivos de los bancos privados. El objetivo de «El Napia» -así es apodado Moreno por sus colegas funcionarios- fue «apretar» a los banqueros con un pedido concreto que según él partía de Olivos: debían informarlo al detalle sobre cada una de las compras mayoristas de dólares que hacían sus clientes.

Los banqueros entraron en pánico y no tardaron en transmitirle a Redrado sus temores. Uno de ellos, incluso, valiéndose de la confianza que tiene con el titular del BCRA, apeló a una imagen brutal para pedirle su intermediación: «Martín, este tipo te está haciendo quedar como un boludo», lo chicaneó, según reconstruyó ante este diario un ministro que pidió no ser identificado.

Redrado no tardó en reaccionar. Habló varias veces con Moreno, al que le pidió de mil maneras que morigere sus métodos con los banqueros. La visión más «dialoguista» del gobierno es que los «telefonazos» de Moreno sólo generan mayor incertidumbre entre los directivos de las entidades bancarias.

El duro de «El Napia» no piensa igual y en las conversaciones que tuvo con Redrado evitó hacer alguna autocrítica al respecto. Se limitó a contarle que cumplía órdenes de Néstor Kirchner y no podía ir marcha atrás. Fue por eso que Redrado, en una de las muchas comunicaciones que tuvo con Kirchner a lo largo de la semana, le pidió que intercediera ante el secretario de Comercio Interior para frenar sus aprietes a los banqueros.

Según contaron fuentes del gabinete, el ex primer mandatario tranquilizó al presidente del Banco Central diciéndole que Moreno abandonaría en el corto plazo sus llamados a los bancos. Pero con el paso de los días eso no ocurrió. Aunque jamás lo vaya admitir en público, Redrado está convencido de que el verdadero ideólogo de los llamados de Moreno a los bancos es el propio Kirchner. Para él, un hombre cercano al establishment, esos métodos de apriete son inconcebibles. Lo mismo piensa del envío repentino de inspectores de la AFIP a las casas de cambio más importantes de la City porteña, otra acción que lleva la marca de Néstor.

El matrimonio presidencial está obsesionado con mantener al precio del dólar no más allá de los $3,40 y actuará como sea para lograrlo. Tanto la presidenta como su esposo monitorean a cada momento el precio del billete verde mientras realizan sus tareas en la Rosada o en Olivos. Lo mismo con las alzas y bajas de la Bolsa. En la intimidad, acusan a las grandes empresas de la industria de haber montado una especie de complot para lograr que el dólar se acerque a los $4, lo que beneficiaría sus finanzas. Ahora creen que sacando a Moreno a la «calle» lograrán aplacar esa embestida empresaria.

Según pudo saber «Río Negro», Redrado evitará hacer pública su pelea con Moreno porque sabe que se ganaría el rencor de Kirchner, algo que ya le ocurrió, por ejemplo, al ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández.


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