Cómo repercutió en la región

Las región también mostró importantes vaivenes sobre sus principales productos exportables a los largo de la década kirchnerista.

Para el caso de los Valles de Río Negro y Neuquén, la fruticultura ha sido tradicionalmente uno de las actividades que más relación ha tenido con el comercio exterior a lo largo de su historia.Tomando los datos suministrados por la Terminal portuaria Patagonia Norte SA, que contempla el 85% de las exportaciones de frutas con destino a ultramar, claramente se puede observa que entre 1998 y 2013 los embarques de peras y manzanas crecieron sólo el 10% en volumen contra un crecimiento mundial para este tipo de fruta del orden del 55% en este mismo período. Cabe destacar que esta estadística no contempla los envíos de fruta al Mercosur y resto de América Latina. Durante el período 2003-2007, período en el cual la paridad cambiaria era competitiva para toda la industria frutícola, las exportaciones pegaron un salto del 30%.

A partir de 2008 cuando la inflación comenzó a presionar sobre la estructura de los costos internos de la actividad, las exportaciones se desplomaron y la información privada da cuenta que en ese período lo hicieron a una tasa del 28%.

También existe una lógica en las estadísticas que muestran las exportaciones energéticas del país, por muchos años lideradas por la producción de gas y petróleo de Neuquén.

Cuando se analiza el período 1998-2013 se observa que las ventas externas de energía treparon el 57%. Esto fue producto de las inversiones realizadas a partir de 1995 –para el gobierno, en la maldecida época liberal- que determinó un salto importante en el desarrollo de toda la actividad hidrocarburífera. A partir de 2003, con la llegada de la regulación del mercado, progresivamente la inversiones fueros cayendo hasta desaparecer casi por completo en 2007. De ahí, la caída del 32% sobre las exportaciones. A partir de ese momento encontraron un piso del cual cuesta moverse.

Javier Lojo jlojo@rionegro.com.ar