Cómo se decidió la renuncia de Albrieu al gabinete de Weretilneck

Admiten fuentes que “su estilo cansino, lento, poco compromiso con el “estar” que le exigía el manejo de un ministerio cuya materia es siempre compleja, sus ausencias... el “viajó”, sin que se supiera adónde minaron la imagen de Oscar en el seno del gobierno”.

RÍO NEGRO

Por Carlos Torrengo

Malestar por el estilo al que apeló inicialmente para comunicar su partida. Pero partida que no genera lamentos en el seno del gobierno rionegrino.

Estas son en apretada síntesis, la reflexiones que este fin de semana se recogieron en espacio de poder de la administración Weretilneck, en relación a la renuncia del ministro de Seguridad Oscar Albrieu.

– Su estilo cansino, lento, poco compromiso con el “estar” que le exigía el manejo de un ministerio cuya materia es siempre compleja, sus ausencias… el “viajó”, sin que se supiera adónde, el “se tomó unos días”, sin que se supiera hasta cuándo, fueron minando la imagen de Oscar en el seno del gobierno -dijo el sábado a este diario en Buenos Aires una importante fuente oficial. Y acotó:

– Sumó a esto la escasa disposición a definir su posicionamiento en el marco de reflexiones en la cúpula del poder, ante temas que le eran inherentes. Siempre… “¡Qué tema, no!”, “¡Un temazo, un temazo!”, “Hay que ver, hay que ver… tenemos que pensar, sí, sí”. Pero lo cierto es que Oscar hablaba pero no decía nada. De hecho, el día a día, el protagonismo del ministerio, siempre lo llevó adelante el pibe Gastón Pérez Estevan, el subsecretario -comentó la fuente.

– ¿Por qué lo mantuvieron a Albrieu si tocaba en una sintonía que no era sintonía? -preguntó este diario.

– ¡Ah!… El que tendrá problemas ahora es Luis Di Giacomo (ministro de gobierno). No le gusta ser sheriff, pero tendrá que serlo porque de hecho quedará a cargo de Seguridad. Cero de siquiatría, nada de calmantes… ¡Que Alplax!: Acción – respondió la fuente con ironía.

Vía otros planos de primer rango del oficialismo argentino se supo que molestó al poder la forma en que Albrieu comunicó, en una primera instancia, su decisión de marcharse. Se sabe que:

• Se comunicó por teléfono con Weretilneck. Este se encontraba reunido con varios ministros y escuchó: “Me voy Alberto… ¡Qué querés que te diga… razones propias. Estoy viviendo repartido… Ondina en Buenos Aires (esposa, al momento de la dimisión Directora de la Casa de Río Negro en Buenos Aires), mi casa en Roca, vivo en Viedma… En fin, Alberto… entendeme”. En esa comunicación, Albrieu habría dicho además: “Esto no atañe a Ondina, Alberto. Ella sigue” (en el cargo).

• Se sabe que Weretilneck sólo respondió: “Esta bien Oscar, pero tenemos que hablar”. Horas después se reunió con Albrieu y lo apuró: “No me digas que te vas por problemas de mecánica de manejo de casas… Te vas por razones políticas. Las aguas se dividen en el peronismo rionegrino, y no te aguantas el cimbronazo. Está bien, no te reprocho nada: te vas con Miguel (Pichetto) y no me parece mal… Pero no nos engañemos”. Se sabe que Albrieu aceptó el razonamiento. También que horas después, en la cúpula del poder se reflexionó sobre la permanencia de Ondina en el cargo. Y la conclusión fue unánime: “Si su esposo se transfiere con armas y bagajes, ella debe estar de acuerdo. Entonces se va”.

Luego, el secretario de Gobernación Matías Rulli hizo el resto: echó a Ondina.


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