Compleja búsqueda

BUENOS AIRES (Télam).- La difusión del identikit del presunto delincuente que la madrugada del 19 de diciembre capturó a Natalia Di Gallo, la joven de 16 años que luego apareció muerta en el Parque Pereyra Iraola, complica a los investigadores policiales que deben chequear decenas de denuncias diarias de gente que dice haber visto al sospechoso.

Fuentes de la Delegación de Investigaciones (DDI) de Quilmes indicaron a Télam que «hoy (por ayer) estuvimos chequeando una serie de llamadas de personas que aseguran haber visto o tener un vecino igual al sospechoso del identikit, pero al final tenemos que descartarlos». Según las fuentes, decenas de llamadas se registran diariamente a las comisarías de gente que está convencida de que vio al sospechoso y luego los rasgos no coinciden o la persona demuestra que nada tuvo que ver con el homicidio.

«En diez días esta causa ya tiene cuatro cuerpos -unas 800 fojas-, nunca hemos trabajado tanto en tan poco tiempo», dijo un investigador policial. La investigación espera ahora que los estudios microscópicos que se iniciaron en la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense, comiencen a develar algunas incógnitas, en especial, cómo murió Natalia, si fue violada y si quedó algún rastro que pueda ser útil.


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