Con “diez traslados” podría volver la calma

La situación en la cárcel es compleja y requiere respuestas de distinto tipo por parte del Estado. Hay soluciones que se pueden brindar a corto plazo y podrían, a criterio de las autoridades, “planchar” la situación de violencia. “Con el traslado de 10 internos que son los que promueven fugas se podría calmar la situación”, reconoció ayer el director del Establecimiento, Emilio Martínez. Pero la respuesta no resulta sencilla. Las demás cárceles de la provincia están saturadas. A unidades del Servicio Penitenciario Federal tampoco se pueden trasladar reclusos por la abultada deuda que mantiene el Estado provincial con ese organismo. En Roca, la cantidad de internos ya superó los 320 a pesar de que su capacidad real es para 250 personas. Sin códigos Hay código que en la cárcel ya no se respetan como antes. Por ejemplo, hasta hace un tiempo el horario de visitas era sagrado y en ese lapso no se debía protagonizar ningún incidente. Ahora los cabecillas aprovechan esos espacios para promover las fugas y las peleas.