Con el calor, Neuquén se llenó de garrapatas

Las altas temperaturas, los vientos y la sequía propagan este parásito pequeño y desagradable, que pone 4.000 huevos o más que el aire deposita debajo de colchones, sofás y alfombras.

NEUQUEN (AN).- Con el calor eclosionaron por millones las garrapatas, que son una amenaza para la salud de la población de Neuquén.

Este parásito pequeño y desagradable pone 4.000 huevos o más que el aire deposita debajo de colchones, sofás y alfombras. Los jardines son el hábitat ideal para su proliferación y nuestras mascotas su mayor y más codiciado festín.

No existe remedio totalmente eficaz para combatir a estos ácaros que en el peor escenario pueden sobrevivir hasta 20 meses sin alimentarse. La mejor manera es eliminarlos con un insecticida e higienizar regularmente a los animales.

El viento de los últimos días distribuyó a mansalva garrapatas de color marrón rojizo o bien oscuro. Ingresaron a las casas por ventanas abiertas, rendijas, grietas y se agazaparon en los jardines, donde esperan el paso del perro para trepar y clavar su boca para comenzar a chupar sangre.

 

 

Cuando están llenas -pueden aumentar de 200 a 600 veces su tamaño por la ingesta de sangre- se dejan caer y pueden poner sus huevos, cada una 4.000 o más. Luego mueren.

«Si el perro no es desgarrapatizado no sirve de mucho limpiar a fondo el patio, la cucha y la manta del perro y el interior de la casa porque estos bichitos continúan alimentándose y reproduciéndose», explicó Carlos Roca, responsable máximo en el control de plagas en Neuquén capital.

«Si la mascota se mantiene en buen estado sanitario y se controla regularmente con insecticidas específicos la garrapata no completa el ciclo y muere», dijo.

Más allá de sus palabras no resulta fácil eliminarlas, algo de lo que da cuenta el técnico especializado Pablo Piccinini.

Explica que la duración total del ciclo -desde huevo a adulto- dura unos seis meses, que las larvas pueden sobrevivir más de nueve meses sin chupar sangre, las ninfas más de seis meses y los adultos hasta 20 meses en las mismas circunstancias.

Además los plaguicidas no afectan los huevos de garrapata, de modo que con este único objetivo «son técnica y económicamente ineficaces las aplicaciones de insecticidas generalizados», advierte.

Para Piccinini, quien se desempeña en la división de control de plagas, estos parásitos se multiplican fundamentalmente «por la presencia y la abundancia de canes vagabundos» que encima facilitan su dispersión en veredas, plazas, parques, baldíos, basurales.

Además de las que habitan el jardín, las mascotas que salen a la calle regresan infectadas con un importante cargamento de garrapatas.

Piccinini fomenta la tenencia responsable de mascotas y aconseja tratarlas en forma periódica con productos adecuados así como eliminar yuyos, escombros, chatarras y ladrillos, que son lugares ideales para la puesta de huevos.

En el interior de la vivienda se sugiere aspirar con frecuencia los rincones, donde las garrapatas suelen esconderse, lavar la cucha del perro y su mantita.

«Este es una época de eclosión, por lo que los habitantes deben tener en cuenta requisitos básicos para frenar la superpoblación de ácaros», indicó Carlos Roca.

 

 

Si los dueños no hacen algo en el corto plazo, los animales se muerden y se rascan por la irritación que les produce la mordida de la garrapata, provocándose lesiones e infecciones. Además, ante la falta de prevención, pueden transmitir enfermedades de perro a perro y también al hombre.


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