Con la primavera también brotan los inventos

Los inventores de Bahía Blanca se asociaron

por HORACIO LICERA

Por falta de un inventor se perdió un invento. Por falta de un invento se perdió un producto. Por falta de un producto se perdió una empresa. Por falta de una empresa se perdió una industria. Por falta de una industria se perdieron millones de empleos. Por falta de millones de empleos un país perdió su futuro. Todo por falta de un inventor.

Un domingo la revista Nueva sorprendió a muchos con una nota sobre inventos e inventores. Bueno, en realidad no fueron tantos y para colmo ni siquiera se conocían. Pero entre aires marítimos y medias lunas, una intuición flotó esa mañana dominguera en Bahía Blanca y algunos, como Ricardo Di Canto, se pusieron a buscarse entre sí. Se encontraron, por supuesto que se encontraron.

Aquel domingo, cada cual en su casa con la revista abierta se dijo para sí: «Yo quiero ser inventor». Otros pensaron: «Yo tendría que dibujar aquella idea…» y Ricardo (actual coordinador de la sede) con un espíritu arltiano pensó qué bueno sería juntarse alrededor de un mate y hablar de inventos, herramientas y proyectos pendientes.

En aquella primera reunión del 2002 fueron trece y actualmente ya llevan 64 reuniones con una asistencia de veinte socios cada viernes. No fue sencillo, pero la Asociación de Inventores de Bahía Blanca vio la luz y hoy entre sus asociados ya tienen decenas de proyectos, patentes en marcha, otras otorgadas y algunas que ya se comercializan.

Además de las reuniones de la asociación dan charlas en escuelas para fomentar y captar el espíritu creativo en los chicos. Y si hay algo que tienen muy en claro es que necesitan del apoyo de industriales e inversores y con reuniones y conferencias tratan de convencerlos de la ventaja mutua de este trabajo en común.

Entre quienes ya tienen su idea hecha realidad está Carlos Asmussen, que nos contaba cómo nació el Girador T45.

En sus paseos por el campo y cruzando alambrados le llamaron la atención los clásicos tensores de alambre. Pensó qué sentido tiene un tensor tan pesado y tosco si el alambre se corta igual. Después se dio cuenta de que no fue original en su pensamiento ya que había un viejo dicho que profesaba que «Una cadena no es más fuerte que su eslabón más débil». Con esa premisa como ide fuerza desarrolló un tensor más económico, tan sencillo como eficiente y mucho más dúctil para adaptarlo a diversos fines. Las reuniones de la asociación fueron determinantes ya que cuando se tiró sobre la mesa la posibilidad de simplificar un torniquete Carlos levantó la mano.

Dónde está, preguntaron los compañeros y Carlos, señalando su cabeza, dijo: acá.

Entonces no sirve compañero, le contestaron. Esa elocuencia terminante de los amigos hizo que aquella misma noche comenzara a trabajar en lo que hoy es un producto que ya se comercializa. Entre el grupo de inventores también está Néstor Mecicco, que desarrolló mesas de corte de cerámicos y acanaladoras para pared como accesorio para amoladoras.

Gabriel Messina y Leandro Buttis crearon una recicladora de cartuchos para impresoras a chorro de tinta. Fue el primer invento fabricado íntegramente en Bahía Blanca y exportado a México. José Jurado Jaime tiene nueve patentes aprobadas y entre otras creaciones un movilizador de enfermos y discapacitados bautizado MU-K-MA.

Los inventores son el paradigma de una idea y es bueno reflexionar sobre lo incierto de un futuro sin ideas.

Sixto Tortorelli, inventor de Cutral Co

Sixto es entusiasta y verborrágico, al menos para explayarse sobre su «hijo de fierro», que es el tema por el que lo conocimos. Y no somos para nada metafóricos al referirnos a su hijo metálico, ya que de un motor se trata. Tampoco exageramos sobre su filiación ya que es su creación, su «invento» y seguramente le lleva tanto tiempo de atención como le llevaron su tres hijos de carne y hueso.

Sixto Jesús Tortorelli tiene cincuenta y cinco, vive en Cutral Co y hace años que está obsesionado con el invento de un motor que entre otras características es de compresión variable y que ya tiene registrado ante el INPI (Instituto Nacional de Propiedad Industrial). Hace cinco años que ingresó el expediente y espera que la patente definitiva salga en estos meses.

No es el único desarrollo que lo tiene como autor, ya que tiene a punto de registro un sistema de nivel para albañilería y en carpeta también hay un sistema de bombeo, un dispositivo aprovechador de energía y una taza para autos que podría ser la envidia de cualquier fanático del Tunning.

«A mí me gusta pensar», sintetiza Sixto para definir su manía por buscarle solución a las cosas mientras nos muestra sus carpetas con dibujos técnicos cargados de medidas, flechas y correcciones. Es en estos últimos años que se convenció de que su mayor anhelo e desarrollar sus creaciones, aunque esta pasión inventiva se despertó hace tiempo.

Cuando era adolescente recuerda ver a sus hermanos armar, desarmar e investigar un motor a explosión. Con los años se hizo mecánico y, tomando la posta, comenzó a trabajar buscando el secreto de sacarle más rendimiento a un motor a explosión.

Finalmente llegó a hacer un prototipo sobre un motor Cummins de un cilindro y cuatro tiempos. Su invento específico es un novedoso cigüeñal que a través de un engranaje satelital permite la variación de compresión con el motor en funcionamiento. El mismo cortó, limó y torneó los complicados componentes, hasta que finalmente lo hizo arrancar. Si bien los motores con variación de compresión ya son conocidos -de hecho la fábrica Saab Scania sacó un modelo hace unos meses- el mecanismo creado por Sixto es hasta ahora inédito. Según sus conjeturas basadas en la experiencia, el torque y el rendimiento de su máquina son ventajosos.

Sixto es pura voluntad y con ella soporta el quitarle horas al sueño y a veces la indiferencia de los demás. Ya trabaja sobre un tercer prototipo para perfeccionar más su mecanismo que hace en sus pocos momentos libres.

Como todo inventor apasionado está convencido de que es a través de sus creaciones que puede dar lo mejor de sí a los demás.

Fuente:www.inventoresdebahia.com.ar


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