Asoma Pechakucha Night 10

Nueve expositores protagonizarán el ciclo de charlas sobre experiencias de vida. Adrián Candelmi, el organizador local, le contó a “Río Negro” detalles de la edición.

Hoy a las 20 Pechakucha retoma contacto con el auditorio desde Plaza Uno –12 de Octubre y Onelli–. Las charlas brindadas por nueve expositores crearán un clima “único e irrepetible” al que sólo es posible acceder asistiendo. “No venís y te lo perdés”, señaló su organizador, el diseñador y docente Adrián Candelmi.

Los encuentros no son grabados. “La cultura ha ido tomando un camino hacia la facilidad del ‘te doy todo servido’, vamos atrofiando hasta los sentimientos. Grabo el partido o el último capítulo de una serie, total lo veo después. En este caso, tenés que estar ahí, celebrar el rito, atesorar el momento”, dijo.

Es la décima realización local bajo licencia del emprendimiento internacional iniciado en Tokio por los arquitectos Klein y Dytham para crear lugares de encuentro donde jóvenes emprendedores tuvieran oportunidad de “conocer, descubrir, sorprenderse, confirmar, animarse, compartir, crear, pensar y disfrutar”.

Basando sus exposiciones en la proyección de 20 imágenes exhibidas durante 20 segundos, los protagonistas de hoy serán el licenciado en Ciencias Políticas, periodista y escritor Adrián Moyano con la charla titulada “Fuera de lugar”, el periodista y conductor radial Daniel Pardo (“Frecuencia B”), la artista plástica brasileña residente en esta ciudad desde 2006 Mónica Bussmann (“¿Será un sueño?”), el diseñador audiovisual y productor cinematográfico Federico Palma (“¿Por qué BarilocheFilm?”), la artista plástica Viviana Dziewa (“Hablar a las paredes”), el diseñador gráfico y fotógrafo Hernán Pirato Mazza (“El diseño puede salvarte la vida”), la directora de la revista “Ahora” Lalita Knutty (“Palabras mágicas”), el licenciado en Administración, publicitario y organizador de TedxBariloche Martín Domínguez (“Hacer foco en lo importante”) y, desde Buenos Aires, la fotógrafa Alejandra López (“Fotos con palabras”).

Creador de la carrera de Dirección de Arte Publicitaria en la Universidad de Palermo, donde dictó clases durante veintitrés años, y de la escuela de diseño Virgen, Candelmi destaca la buena relación que mantiene con sus exalumnos, a quienes convoca para realización de proyectos. Es el caso de Patricio Crespi, con quien emprendió “Terrorismo gráfico” –proyecto editorial cultural centrado en una caja de postales– o Verónica Franke, quien junto a Alejandro Chirife acompañara el crecimiento de Pechakucha. Lugares que hoy ocupan Julieta Linares y Mariela Defrancesco junto a la fotógrafa Adriana Archis.

Puesta la camiseta, “quiero que sea el mejor PechaKucha del mundo” entre las más de setecientas ciudades en la que es replicado. Aunque no logre “encontrar el lugar ideal porque me interesa que la gente esté cómoda y sea copado. Ahora dimos con Plaza Uno que está bastante bien y funcionó para el ‘estilo Bariloche’” habiendo pasado por Blackrock y el Teatro La Baita. Resta un encuentro al aire libre “que podría ser en marzo”, anticipó.

Los preparativos

“Me gustaría que hubiera una reunión previa con todos los participantes, pero no siempre podemos hacerla”, confesó Candelmi.

“Me encanta todo lo que sucede en la previa, tratamos de dar un mes para que armen el material. Por sus profesiones o demandas, algunos esperan hasta último momento. Pero para todos representa un desafío adaptar sus presentaciones al formato tan especial”, agregó.

Mientras residía en Buenos Aires “fui fanático de PechaKucha, íbamos con mis alumnos e incluso me escapé de una clase cuando fui invitado a participar. Si sabés escuchar, si sabés relacionar, son experiencias para guardar”, consideró.

Sobre la selección de oradores contó que “es minuciosa. Dentro de lo disímil de las disciplinas, debe resultar interesante, que sea lo mejor de lo que hacés, o hables desde un lugar de autoridad porque ejercés una profesión desde hace treinta años, algo que sólo vos puedas contar”.

Además señaló que el único momento en el que ejerce “una especie de curaduría” es cuando dispone de las imágenes propuestas por cada expositor. Allí los orienta sobre requisitos de simplicidad, síntesis o complementariedad tendiendo a la efectividad. “Todos vamos adquiriendo vicios en la forma de comunicar hasta que vemos algo mejor”, sostuvo.

El contenido de las charlas pertenece íntegramente a los invitados. “También quiero sorprenderme. No sé qué van a decir, para bien y para mal. A veces esperaba más, aún así me gusta la sorpresa, si no perdería magia”.

Los títulos atractivos provienen mayoritariamente de los oradores. “Como cuido cada detalle, solicito síntesis para describir el tema. Sigo diseñando los afiches, que representan un desafío creativo”, señala.

Capacidad limitada

Datos

250
ubicaciones es la capacidad con que cuenta Plaza Uno, con mesas dispuestas para cenar y unas setenta sillas. También habrá pantallas para facilitar el acceso a las exposiciones.

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