Con tesón hacen «milagros» en el comedor de Pilar I

El comedor comunitario del barrio Pilar I tuvo dos motivos para festejar: la extensión de su servicio y una salamandra nueva. No obstante, son muchas las carencias que sobrellevan gracias al aporte entidades, empresas y voluntarias.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Pese a las restricciones que aquejan al comedor «El Milagro» del barrio Pilar I las voluntarias que lo atienden tenían dos motivos para celebrar ayer: la decisión de extender su servicio a los sábados y la inauguración, en plena nevada, de la salamandra donada para el salón.

El comedor comunitario que cada mediodía distribuye 190 raciones de comida y otro tanto para la merienda por la tarde, se sostiene con la mercadería aportada por Cáritas y donaciones de particulares.

La presidenta de la «Asociación Familiar El Milagro», Yolanda Rocha, indicó a «Río Negro» que «desde hace dos semanas que el municipio no nos da ni los alimentos no perecederos y nos estamos manteniendo con lo que nos traen las voluntarias y la Hermana Julia de Cáritas».

Hasta septiembre del año pasado «El Milagro» fue el escenario cotidiano del proyecto comunitario de panificación que, sostenido con cupos del Plan Trabajar, proveía a las escuelas de la zona y al propio comedor.

Junto con la conclusión del subsidio se suspendió la entrega de los insumos necesarios para sostener la tarea pese «a la voluntad de las cocineras de continuar (trabajando) gratis» explicó Tamara, una de las voluntarias.

Movidas por la necesidad del barrio -ubicado en una de las zonas más altas de la ciudad y afectado por un alto nivel de desocupación- las mismas cocineras consiguieron algunos donativos que recientemente les permitieron retomar la elaboración de pan a menor escala.

«La situación cada vez se pone más brava» manifestó consternada Yolanda, conocida como «Yoli» entre quienes se benefician con el tesón y el amor que pone en la cocina. «Lo que más pedimos en este momento es harina, aunque también necesitamos ropa y calzado para distribuir a la gente del barrio que no tiene nada» añadió.

Además de reactivar el proyecto de panificación, las integrantes de la «Asociación Familiar El Milagro» -que desde hace ocho años mantiene vivo el comedor- decidieron extender la cobertura alimentaria a los días sábados, pese a la escasez de provisiones de que disponen.

En total son 15 las cocineras y ayudantes que madrugan todos los días para preparar los alimentos que luego distribuyen a sus vecinos.

Las moviliza la solidaridad ante las fuertes carencias del barrio, ya que hasta la fecha no recibieron ningún tipo de subsidio por su labor. «Ahora estamos esperando ver que pasa con el plan (Jefes y) Jefas de Hogar para poder mantenernos» señaló Yoli.

La salamandra inaugurada ayer en el salón donde todos los días se reparten las raciones -para que «la gente las coma en su casa, en familia»- fue donada por la empresa Burco, propietaria del Golf Arelauquen, junto con una importante provisión de alimentos para abastecer el comedor.

También Parques Nacionales contribuyó recientemente con el aporte de 400 litros de querosene que las voluntarias de «El Milagro» distribuyeron entre los vecinos más necesitados del barrio a razón de cuatro litros por familia. «No alcanza para mucho pero al menos ayuda» concluyó Yolanda.

La primera nevada revivió los inconvenientes de siempre

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Ayer la ciudad amaneció cubierta por un espeso manto níveo y grises nubarrones que continuaron su descarga hasta pasado el mediodía, acentuando los inconvenientes que -por falta de previsión- se repiten cada año y afectan en mayor medida a los barrios carenciados de Bariloche.

La primera nevada del año acumuló más de 30 centímetros en la zona más alta de la ciudad anegando buena parte de la red vial que el municipio no pudo despejar por la falta de maquinaria.

En su primer día de trabajo el flamante Alberto Icare reconoció que «no tenemos ni una sola máquina» pese a lo cual comprometió el máximo esfuerzo para reforzar el área de servicios.

En la periferia más empobrecida de Bariloche la actividad era escasa, las frecuencias del transporte urbano se redujeron por las dificultades de circulación y se observaban pocas chimeneas humeando, producto de los contratiempos en la instrumentación del Plan Calor.

Emergencia

Ayer el municipio montó un operativo de emergencia para distribuir leña a discapacitados, ancianos y madres solas en las 34 Hectáreas y paliar las falencias del plan de extracción de madera de los bosques aledaños a la ciudad instrumentado en forma conjunta con Parques Nacionales. El reparto se ampliará en los próximos días a las familias más carenciadas y en los barrios que no pudieron acopiar la leña por demoras burocráticas.

También el dictado de clases se vio afectado por la copiosa precipitación nívea. El cierre de los establecimientos fue decidido por los respectivos directores y se registró con mayor uniformidad en los barrios más alejados del casco urbano, donde -a primera hora de la jornada- la gran cantidad de nieve acumulada obstruyó la circulación vehicular casi por completo.


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