Condena a ex policía por vender droga

Le impusieron seis años de prisión. También penaron a su hermano, mientras que la novia fue absuelta.

NEUQUEN (AN).- La justicia federal condenó ayer a seis años de prisión a un ex policía neuquino que trabajaba en Casa de Gobierno y que fue acusado de comercializar droga en esta ciudad. Su hermano también fue condenado por el mismo delito aunque recibió una pena de un año y medio menor, y la mujer con la que mantenía una relación sentimental cuando lo detuvieron, resultó absuelta del delito de falso testimonio que le habían imputado.

La resolución la emitió el tribunal integrado por los jueces Orlando Coscia, Eugenio Krom y Aydée Vázquez Villar. De acuerdo a la información difundida por ese organismo, que no entregó copia de la sentencia, el ex policía Fernando Moner Ruiz fue condenado a seis años de prisión y a pagar una multa de 6.000 pesos. El delito por el cual se lo condenó fue «comercialización de estupefacientes». A su hermano, Horacio Moner Ruiz, le impusieron prisión por cuatro años y seis meses por el mismo delito, junto con una multa de 4.000 pesos.

En ambos casos las penas fueron superiores a las solicitadas por el fiscal Manuel Balboa, quien había pedido prisión de cuatro años y ocho meses y cuatro años y cinco meses para cada uno, respectivamente.

El fiscal además sostuvo que la condición de efectivo policial de Fernando Moner Ruiz, quien cumplía funciones en Casa de Gobierno, era un agravante que el tribunal debía tener en cuenta a la hora de dictar sentencia.

 

Absuelta

 

La otra imputada fue una joven con la que el ex policía mantenía una relación cuando lo detuvieron. Si bien el fiscal la había acusado de falso testimonio, los jueces resolvieron la absolución de la mujer.

En todos los casos, las imputaciones de la fiscalía estuvieron sostenidas sobre dos ejes: escuchas telefónicas entre los tres acusados, y restos de nailon con resabios de cocaína secuestrados en las casa de los hermanos.

Los defensores habían solicitado la nulidad de las escuchas y todo que surgió a partir de éstas. Entre otros aspectos, consideraron que los elementos recogidos durante la investigación previa del departamento de Toxicomanía de la Policía, no justificaba la intervención de los teléfonos «porque no había elementos suficientes» para hacerla.

El ex policía cayó a principios de 2005. Los investigadores tenían sospechas de que un local de tatuajes, ubicado en Primeros Pobladores al 900, se estaba comercializando drogas. Esas sospechas derivaron en la intervención de los teléfonos del comercio, a donde Fernando Moner Ruiz solía asistir con frecuencia ya que era conocido del propietario.

El fiscal había planteado que en las escuchas, los imputados hablaron entre sí de «llevar líneas», en alusión a la cocaína.


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