Condenado por firmar un certificado médico falso

La sentencia recayó sobre un médico y un mecánico. Según la Justicia, era falso el certificado que indicaba incapacidad laboral permanente y que usaron para una denuncia por mala praxis.

NEUQUEN (AN)- Un médico especialista en cuestiones laborales fue condenado ayer a tres meses de prisión en suspenso y seis de inhabilitación para ejercer su profesión, porque la justicia consideró probado que falsificó un certificado de salud de un trabajador. El paciente también fue condenado a la misma pena, por el delito de uso de certificado falso.

Los dos imputados fueron absueltos de otra acusación, por presunta «estafa procesal». Es que según la fiscalía, el certificado falso fue utilizado para entablar una demanda por mala praxis contra una clínica privada de esta capital. Para el juez que dictó el fallo, ese delito no se cometió.

La condena recayó sobre el médico Norberto Fontana y el mecánico Miguel Ruiz, de acuerdo con la sentencia dictada ayer por el juez correccional Carlos Lardit.

Según el fallo, a fines de 1993 Ruiz estuvo afectado de una hernia inguinal. La operación a la que fue sometido, en noviembre de ese año en la clínica Pasteur, le generó efectos y secuelas no deseados por lo que debieron efectuarle una punción y otra intervención quirúrgica, en diciembre del «93 y en enero del «94.

El 18 de julio de 1995, el médico Fontana confeccionó un certificado según el cual Ruiz padecía una incapacidad absoluta y permanente. Pero el 17 de enero de 1996, el mismo profesional emitió otro certificado indicando que el paciente está apto para realizar la tarea de mecánico.

De acuerdo con el forense Carlos Losada, quien revisó al mecánico, el primero de los certificados contiene información falsa. «Además -dijo el juez- de los propios dichos del imputado Ruiz resulta que con posterioridad a esa controvertida certificación médica realizó tareas remunerativas, en el rubro mecánico, en varias oportunidades, contando en su gran mayoría con distintos grados de aptitud laboral en los informes preocupacionales que se realizaran».

Las pruebas, agregó el magistrado, «sin dudar que en algún momento aquejó a Ruiz una incapacidad laboral absoluta, demuestran a todas luces que la misma no es permanente. Incluso no presentaba ese carácter al momento de ser confeccionado el certificado médico controvertido».

«Obviamente nos encontramos ante un texto falso», afirmó Lardit, «introducido en un certificado médico que detalla un cuadro de salud y secuelas físicas y anatómicas que no se ajustan a la realidad».

A criterio del juez, al momento de presentar la denuncia por presunta mala praxis en su contra Ruiz era consciente de que no padecía una incapacidad laboral absoluta y permanente.

Con estos elementos, el magistrado consideró probados los delitos de falsificación de certificado médico, en el caso de Fontana, y uso de certificado falso por parte de Ruiz, y por eso los condenó a tres meses de prisión en suspenso (no irán presos).

Distinta fue su apreciación respecto de la supuesta «estafa procesal» que esgrimió la fiscalía. En ese sentido, dijo que el certificado médico falso utilizado para demandar a la clínica «no configura una prueba indubitable ni excepcional. El juez interviniente no está sometido a un engaño difícil o imposible de evitar». La maniobra intentada por Ruiz, agregó, «es casi pueril, carece de eficacia engañosa para ser calificada como ardid».


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