Condenan a cuatro policías por apremios ilegales

Son efectivos de Bariloche que golpearon a un joven detenido.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un oficial y tres suboficiales de la policía rionegrina fueron condenados a penas de hasta tres años de prisión condicional por haber golpeado con puños y patadas a un detenido durante un interrogatorio.

A pesar de las dudas que pretendió introducir la defensa, los jueces de la Cámara Segunda del Crimen fallaron en forma unánime por imponer la pena a los responsables de esas «prácticas repudiables que deben ser erradicadas definitivamente».

Las condenas recayeron sobre el oficial Edgardo Otero (de 28 años) y los suboficiales Omar Calfunao, Marcelo Jara y Juan Carlos Arismendi (los tres de 31), integrantes todos de la Brigada de Investigaciones.

A Otero, por ser el jefe del grupo, le aplicaron tres años de prisión en suspenso y el doble de inhabilitación como policía, y para sus tres compañeros la pena fue de dos años y seis meses de prisión y cuatro de inhabilitación. Además todos deberán realizar cursos de derechos humanos en la Universidad Nacional del Coma-hue por el término de dos años.

La víctima fue Julián Alarcón, un joven que fue detenido en la noche del 9 de febrero del «98 co-mo sospechoso de encubrir a los autores de un resonante robo, aún no esclarecido. En la madrugada del 10 de febrero, cuando estaba alojado en la comisaría Segunda del Centro Cívico, Alarcón sufrió los vejámenes, cuyos rastros exhibió luego a un compañero de celda.

Ese testimonio, el de otros policías dando fe de que el joven ingresó a la comisaría en perfecto estado y las lesiones comprobadas luego por el médico policial fueron prueba suficiente para los jueces, a pesar de que no pudieron escuchar en el juicio el relato de Alarcón, quien se suicidó el año pasado.

Sin embargo durante la instrucción de la causa, el joven había dado detalles de la golpiza y reconoció a los cuatro policías que lo castigaron.

El tribunal calificó el hecho como «apremios ilegales calificados» y decidió aplicarles las penas de 2 años y medio y 3 de prisión condicional (la escala prevista va de 1 a 5 años), descartando la acusación de la fiscalía de instrucción, que también los imputó por torturas.

Ocurre que Alarcón había denunciado no sólo los golpes en todo el cuerpo -de los cuales exhibió rastros en las piernas, el vientre, las muñecas y un ojo- sino que también dijo que le habían metido repetidamente una bolsa de nailon en la cabeza impidiéndole respirar.

«Me pusieron la bolsa y creí que se terminaba todo», relató en aquel momento a «Río Negro».

Sin embargo para los jueces, resultó fundamental que al relatarle a su compañero de celda los tormentos sufridos sólo describió en detalle los golpes y nada dijo del llamado «submarino seco», por eso descartaron esa acusación.

El tribunal integrado por Alejandro Ramos Mejía, César Lanfranchi y Miguel Angel Lara aceptó el monto de la pena solicitada por el fiscal Enrique Sánchez Gavier y rechazó la absolución por la duda que pidieron los defensores.


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