Condenaron a 24 años a una «viuda negra»

CORDOBA (Télam).- Una mujer fue condenada ayer a 24 años de cárcel durante un juicio oral realizado en la capital cordobesa, acusada de haber asesinado a dos de los 13 hombres a quienes drogó con somníferos para robarles.

Se trata de Antonia Giampietro, bautizada como «viuda negra», a quien la Cámara Cuarta del Crimen encontró culpable de «homicidio» en dos oportunidades y de 13 episodios de «robo calificado».

La decisión de los camaristas fue apenas un año inferior a la pena exigida por la fiscal del juicio, Laura Battistelli, quien había pedido durante su alegato 25 años de cárcel para la imputada. En tanto, el defensor Néstor Vela Gutiérrez, había solicitado la absolución de la acusada.

La mujer fue acusada de los homicidios de Julio Luna y Antonio Almada, cuyos crímenes fueron cometidos en mayo y en agosto del 2003.

Según la investigación, el 30 de mayo de 2003, Luna se dirigió a la caja de jubilaciones Pensiones y Retiros de la provincia de Córdoba, para cobrar sus haberes de 379 pesos. La investigación determinó que en ese momento Giampietro se le acercó para entablar una conversación, tras lo cual le convidó un vaso de jugo, presuntamente mezclado con drogas.

Luego caminaron sobre la costanera, donde se detuvieron hasta que el jubilado Luna se adormeció y perdió el conocimiento, como consecuencia de las drogas ingeridas. La imputada aprovechó y le sustrajo la suma de dinero correspondiente a la jubilación que acababa de percibir. Finalmente, Luna murió en el hospital por un paro cardiorespiratorio.

El otro episodio ocurrió el 6 de agosto de 2003, cuando Almada se presentó en el Nuevo Banco Independiente de Azul. Según la pesquisa, luego de recibir 189 pesos por sus haberes salió del lugar y se le acercó la imputada, quien luego de entablar una conversación le suministró una gaseosa presuntamente con drogas. Tras caminar algunas cuadras, el hombre se desplomó y la mujer le robó el dinero que había cobrado. Almada fue asistido en el Sanatorio Parque, de barrio San Vicente, donde sufrió complicaciones a raíz de las drogas ingeridas que le provocaron finalmente la muerte diez días después.