Condenaron a Nicolaides a 25 años de prisión
Fue en el marco de la "contraofensiva" de los Montoneros. Otros represores también recibieron más de 20 años.
En el primer juicio a militares tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, el ex jefe del Ejército Cristino Nicolaides fue condenado ayer a 25 años de prisión junto a un grupo de jerarcas del Batallón de Inteligencia 601 por las desapariciones de cinco miembros montoneros que volvieron a la Argentina en 1980 para una «contraofensiva» ante la dictadura militar.
«Actuaron en nombre de cada argentino» y en «el marco del poder estatal» para «ejercer y abusar de sus funciones y llevar adelante el plan» de aniquilar a la guerrilla, advirtió en su fallo el juez federal Ariel Lijo, al dar a conocer la sentencia sustanciada según el Código Procesal «viejo», previo a la reforma que introdujo el proceso oral.
Nicolaides no presenció la audiencia aduciendo razones de salud y fue sentenciado finalmente a 25 años de cárcel.
La misma pena recibieron los ex jefes del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, coroneles Jorge Arias Luis Duval y Santiago Manuel Hoya (también ausente en la sala de audiencias). A 23 años de cárcel fueron condenados Juan Carlos Gualco y Waldo Roldán, mientras Carlos Gustavo Fontana recibió 21 años de cárcel y Pascual Guerrieri 20 años. En el banquillo también estuvo el ex policía Julio «el Turco Julián» Simón, que había sido condenado por la desaparición de un matrimonio en la dictadura y que, aunque no era militar,
prestó servicios como «personal de operaciones» del Batallón 601 para interrogar y torturar a las víctimas que pasaron por diferentes centros clandestinos. Simón recibió esta vez 23 años de cárcel.
Todos los acusados fueron encontrados culpables de integrar una «asociación ilícita» en concurso real con los delitos de «tormentos, privación ilegal de la libertad agravada y reducción a la servidumbre» de un grupo de militantes de Montoneros que ingresaron al país clandestinamente en 1980 para llevar adelante una «contraofensiva» ante el régimen castrense y fueron capturados.
Las víctimas por las que se condenó a los imputados son Julio César Genoud, Verónica María Cabilla, Ángel Carvajal, Lía María Guangiroli y Ricardo Marcos Zucker, que siguen desaparecidas, y Silvia Tolchinsky, quien fue secuestrada en 1980 cuando ingresó al país por Mendoza, fue mantenida en cautiverio y luego vigilada durante dos años, hasta que logró escapar a Israel con un pasaporte falso.
En su fallo, además, el juez reclamó que se profundice la investigación sobre los responsables de las zonas en las que se dividió el país durante la dictadura.
La Fiscalía y la querella habían pedido penas de 25 años de cárcel para todos los acusados. Por ello el fiscal Jorge Álvarez Berlanda adelantó que apelará las condenas de tres de los acusados.
Esta vez, la sentencia a represores tuvo la particularidad de que varios de los acusados quisieron hablar ante el juez para defender su accionar. El más vehemente fue Guerrieri, un ex coronel especialista en inteligencia que terminó encarcelado en Marcos Paz luego de que cámaras de televisión comprobaran que había violado la prisión domiciliaria que le otorgaron por su edad. «Espero, confío y estoy seguro que al Justicia actuará como debe actuar -le dijo al juez antes de escuchar la sentencia-. Desde siempre rechazo el término represión porque nosotros fuimos soldados, pagados por el Estado y salimos a poner orden a la ciudadanía que está aquí a mis espaldas (…) Espero que esto no sea una venganza».
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