Condimentos de una histórica rivalidad

Federal A

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Al igual que en los restantes duelos por el Federal A, hoy se jugará sin público visitante. Más allá del fútbol, siempre estuvo en la dirigencia de los dos clubes la preocupación por prevenir la violencia cuando se enfrentaron. Repasemos los condimentos que rodearon los partidos con público de ambas hinchadas de los últimos tiempos. Para el Argentino B 2006/2007 había expectativa porque Cipolletti había descendido de la A y eso permitiría reeditar el viejo clásico zonal. El azar quiso que una vez sorteado el fixture del Grupo Sur les tocara enfrentarse en la primera fecha: domingo 3 de setiembre de 2006. Se iba a poner en juego la histórica rivalidad luego de casi doce años, pero sería en medio de una diagramada “cruzada antiviolencia” de los entonces presidentes Juan Carlos Occhionero (DR) y Julio Arriaga (C). También el ministro de Gobierno rionegrino Iván Lázzeri pidió “que se desdramatice el choque” y todos, junto a altos mandos de la Policía, dieron una conferencia de prensa días antes pidiendo por el espectáculo y por la vuelta de las familias a los estadios regionales. Cipolletti se impuso 4 a 1 y fue su “debut soñado” con un clásico en su esplendor y lejos de la violencia. Ayudó una gran bandera albinegra que precedió el ingreso de la hinchada local que decía “No más violencia”, y cientos de folletos con la misma leyenda que se distribuían a los ingresantes. Arriaga y Pablo Verani, desde el palco oficial, completaban la escena. La octava del Apertura se jugó el domingo 22 de octubre en el Estadio Luis Maiolino. Hubieron 120 efectivos, el Grupo Bora y el cuerpo antidisturbios de la policía provincial. El estadio vallado a 200 metros a la redonda permitiría el primer cacheo. El 0 a 0 fue negocio para ambos equipos. Y en los tablones el duelo dialéctico fue bravo: paternidades, temperaturas corporales constantes y la sexualidad cuestionada. ¿Incidentes? Sí, siempre hay una cara triste. El sector popular donde estaban los hinchas cipoleños se trenzó con los policías que los separaban de sus pares roquenses, y hubo un alambrado caído. Afuera, algunos gases y bastonazos de un lado, y piedras y empujones de otro. Al terminar los 90’, parte de la hinchada roquense le impidió por un buen tiempo y a fuerza de proyectiles la salida a los jugadores de Cipo. Una vecina del estadio denunció que su casa fue “arrasada” por algunos hinchas, sufriendo el robo de algunos artefactos eléctricos. Copa Argentina 2011. Más de cuatro años después, nuevamente en la versión federal se enfrentaron el 7 de setiembre de 2011 por la Copa Argentina. Cipo debió alquilar la cancha de Unión de Allen por no estar terminadas las mejoras en la Visera, entre ellas la colocación del césped sintético. El del 7 de setiembre de 2011 era un partido a suerte y verdad con penales si hacía falta. Hubo hinchadas de los dos clubes y no pudo faltar el condimento político en una previa enrarecida por los rumores: los dichos del entonces candidato a vicegobernador e intendente de Cipolletti, Alberto Weretilneck, haciendo pública una denuncia sobre que el partido no terminaría; y un largo etcétera. La fiesta fue toda naranja. Deportivo Roca se quedó con el clásico por 3 a 2 y clasificó para una nueva fase de la Copa Argentina. El partido fue caliente, con cuatro expulsados y agresiones a la terna arbitral, pero en las tribunas se vivió una fiesta.


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