Conflictos abiertos

En el futuro del gobierno kirchnerista asoma una estela de reclamos (curiosamente compartidos por sindicalistas apegados al oficialismo) y un horizonte de conflictos.

Redacción

Por Redacción

ESCENARIO

La impresionante huelga general de ayer promovida por sectores gremiales opuestos al kirchnerismo (con anabólicos aportados por piqueteros clasistas), dejó una estela de reclamos (curiosamente compartidos por sindicalistas apegados al oficialismo) y un horizonte de conflictos para lo que resta del mandato de CFK.

“Esperamos algún tipo de respuesta… pero no existe ninguna negociación ni relación con este gobierno soberbio que maltrata a la gente”, expuso con sinceridad brutal el secretario general de la CGT rebelde, Hugo Moyano. Lo hizo en una rueda de prensa, secundado por Luis Barrionuevo y Pablo Micheli, en la que abundaron las denuncias de corrupción y chicanas, en especial contra la presidente Cristina Fernández y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

Desde la vereda de la Casa Rosada despotricaron contra “el paro feroz”, no sin formular algunos reparos.

“Si querés que te ayude, me tenés que ayudar”, había dicho directamente el titular de la CGT Balcarce, Antonio Caló, a Cristina, antes de que ésta diera vía libre a un aumento paritario cercano al 30% para los metalúrgicos, que ahora pretende ser testigo para todas las actividades.

Ayer, en Mar del Plata, Caló (con simpatías inocultables hacia el gobernador Daniel Scioli, principal aspirante a la sucesión) también protestó por la inflación y la inseguridad y avisó que seguirá exigiendo dinero de las obras sociales, mejoras para los jubilados y una baja del impuesto a las ganancias de los trabajadores. “Pero sin crear malos climas para desestabilizar… las soluciones van a llegar, pero no de un día para el otro”, expuso a delegados de todo el país.

Exitosa fundamentalmente por la adhesión de los gremios del transporte, ¿cómo se manifestará la protesta que tiene a Moyano (otrora aliado estratégico de Néstor Kirchner, incluso en la pelea con el campo) como bastonero principal? Si bien Barrionuevo se había animado a adelantar que vendrán jornadas de inactividad de 36 y 48 horas, el dirigente camionero achicó las expectativas: “No somos golpistas… no podemos decir qué haremos mañana, pero no descartamos nada… los planes de lucha se organizan, puede ser otro paro… o una marcha de silencio, se verá”.

Acotado Barrionuevo (cuando habló, negó que vaya a integrar la mesa de “Massa-Presidente”, al señalar que “vuelo como las águilas y no me arrastro como las víboras”), Moyano se pronunció por evitar “las luchas estériles”. En tono autocrítico, sentenció que “los productores rurales tendrán sus intereses, pero no son los enemigos letales de todos los argentinos… si no fuera por los aportes del campo (por la soja) el país no estaría en la situación económica en que está y que le permite al gobierno malgastar el dinero de todos y protagonizar una revolución recaudadora”.

Arnaldo Paganetti

Agencia Buenos Aires


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