Confuso episodio terminó con un taxista herido

Quiso hacer justicia por mano propia ante presunto ladrón.

CINCO SALTOS (ACS).- El dueño de una parada de taxis de esta localidad resultó herido cuando intentó hacer «justicia por mano propia» y dar con el presunto delincuente que le había robado una radio a su chofer.

Ayer por la tarde tres taxistas comenzaron a llamar a sus pares de Cipolletti y Neuquén para que los ayudaran a ingresar a una casilla precaria que habían rodeado en Villa Margarita y sacar a la fuerza a los agresores del taxista.

Algunos de los otros choferes que acompañaron la acción también aseguraban que en la casilla que tenían rodeada se podría encontrar la radio robada por la mañana.

La fiscalía de Cinco Saltos había requerido allanamiento del lugar y de otro domicilio aportado por los taxistas cuando el damnificado por el robo aportó los datos sobre el presunto destino de los equipos hurtados.

Pero el agredido (que recibió cortes en el cuero cabelludo y en una mano por los piedrazos), dueño de la parada «Pamperito» de Cinco Saltos, no quiso hacer la denuncia ante la subcomisaría 78.

Exigía que la policía actuara de acuerdo a sus dichos y presunciones. Desde la subcomisaría 78 se destacó que no hay testigos de que el joven de 18 años que fue sindicado por los taxistas como el ladrón, hubiera sido el autor del robo.

De acuerdo a la versión de los taxistas y a la denuncia del robo, a un chofer de taxis le sustrajeron la radio y el reloj del auto ayer a las 8 cuando paró un rato frente a su vivienda particular en las 150 viviendas de Cinco Saltos.

Cuando salió en busca del ladrón, se encontró en las cercanías con un joven de 18 años que tiene antecedentes de robo y que vive a la vuelta de su casa, aunque no lo vio que se llevara el equipo, según consta en la denuncia hecha en la comisaría.

Al comunicar el robo al dueño de la parada, que se identificó como Juan Mayeo, éste decidió ir tras los pasos del delincuente, fue a la vivienda familiar -según la policía intentó entrar en busca de la radio- y desde allí le aseguraron que el sujeto buscado no había llegado en toda la noche.

Mayeo dio con un grupo de pares del supuesto ladrón, los siguió, les cruzó el auto y les exigió el paradero del presunto autor del robo.

Para los taxistas, se trataba de los ladrones de la radio y taximetrero, ya que según indicaron, por los dichos de los vecinos, se trataba de un grupo que se dedicaban a venderles equipos robados de taxis.

Por la insistencia de los taxistas, la policía intervino ante el grupo, pero no los detuvo como exigían los taxistas y el grupo siguió su camino.

Cuando la policía se fue, una lluvia de piedrazos hacia Mayeo le destrozó la luneta del auto y los vidrios de una puerta; además de provocarle los cortes en una mano y cabeza.

Tras el incidente, Mayeo pidió refuerzos entre sus colegas; en tanto los agresores desaparecieron ante la presencia de la policía. Luego los taxistas rodearon una casa donde se habría refugiado el grupo mientras a viva vos exigían «detención» y aseguraban que harían «justicia por mano propia» si la policía no intervenía.


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