Conservadora, audaz y con mucho carisma

Sególène Royal, que podría pasar a la historia como la primera jefa de Estado de Francia, desea encarnar la renovación de la izquierda con audacia, conservadurismo y encanto.

A sus 53 años, esta diputada, ex ministra y madre de familia consiguió superar a Dominique Strauss Kahn y Laurent Fabius, dos pesos pesados del partido, dividido y a la deriva desde su estrepitosa derrota en 2002. Apoyándose en una idea de democracia participativa, Royal ha lanzado propuestas revolucionarias durante su campaña como la de crear jurados populares para evaluar la gestión de los poderes público .

La líder socialista, compañera sentimental del primer secretario del partido, François Hollande, y madre de sus cuatro hijos, no dudó tampoco en tratar cuestiones espinosas o temas tabúes para los socialistas como la delincuencia juvenil, la educación, la ampliación de Europa o la duración de la jornada laboral. En un país donde la política está dominada por los hombres, Royal, apodada la «Zapatera», en referencia al presidente del gobierno español, es la única según los sondeos capaz de derrotar a Nicolas Sarkozy, titular de Interior y favorito de la derecha

Delgada, bonita, elegante y sonriente, Royal nació en Dakar, Senegal, donde su padre estaba destinado como militar. Recibió una educación católica muy estricta de la que tomó distancias. Se afilió al Partido Socialista en 1978 y desde 1988, ha sido diputada y también ministro de Medio Ambiente, Enseñanza Escolar y Familia .