
Artesanías Neuquinas: la bandera cultural que une tradición y territorio
Con más de 800 artesanos mapuches y talleres en toda la provincia, Artesanías Neuquinas S.E. mantiene vivo el legado ancestral y promueve la identidad de la neuquinidad en cada pieza.
En un pequeño taller de la comunidad Curruhuinca, una mujer enhebra cuidadosamente los hilos sobre un telar vertical mapuche. A su lado, su nieta observa en silencio, aprendiendo. No hay apuro, no hay máquinas. Sólo tiempo, saber y respeto. La escena se repite —con variaciones únicas— en parajes de toda la provincia: en Aigo, Chiquilihuin, Millain Currical, Mellao Morales, Huayquillan, y tantas otras comunidades que, como guardianas de la tradición, mantienen viva una herencia invaluable.
Desde 1974, Artesanías Neuquinas Sociedad del Estado es la institución que articula, visibiliza y potencia ese universo. No es simplemente una empresa estatal. Es una declaración política, cultural y social: Neuquén abraza sus raíces, y las proyecta al país y al mundo con orgullo.
Un legado tejido a mano

La historia comenzó formalmente hace más de cinco décadas, cuando el gobierno provincial, observando la riqueza y diversidad de la producción artesanal en comunidades originarias y rurales, decidió darle estructura y proyección. En 1973 existían ya nueve centros artesanales distribuidos estratégicamente: Loncopué, Ruca Choroi, Centenario, Junín de los Andes, Villa la Angostura, San Martín de los Andes, Las Ovejas, Cutral Có y Neuquén capital. Pero era necesario algo más.
Con el decreto 3029 del 28 de octubre de 1974, se creó Artesanías Neuquinas S.E., con un objetivo claro: recuperar, desarrollar y promover la actividad artesanal tradicional de la provincia, revitalizando su valor cultural y asegurando un ingreso digno para quienes la ejercen.
El trabajo silencioso de una red cultural viva
Hoy, más de 800 artesanas y artesanos, mayormente de origen mapuche, forman parte activa de la red de Artesanías Neuquinas. Su producción incluye tejidos, cerámica, platería, madera tallada, soguería, instrumentos musicales, piedra y alfarería. Cada pieza lleva consigo una historia, una cosmovisión, un mensaje que trasciende la estética y se convierte en símbolo de identidad.

La empresa, que depende del Ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres, liderado por Julieta Corroza, acompaña esta labor con una política de desarrollo integral.
Uno de los pilares más valiosos de esta tarea son los talleres de Transmisión y Recuperación de Saberes, que actualmente se dictan en seis comunidades, con 17 talleristas que enseñan tejido en telar, hilado con huso y rueca, y platería en alpaca.
Estas actividades no solo rescatan técnicas tradicionales, sino que fomentan el arraigo, la autoestima y el desarrollo comunitario.
Calidad, procedencia y orgullo
Una innovación significativa en los últimos años fue la implementación del certificado de autenticidad. Cada pieza comercializada por Artesanías Neuquinas incluye este sello que indica el nombre del artesano o artesana, su comunidad de pertenencia y el origen geográfico del producto. Es un aval de calidad, pero también un reconocimiento a la identidad y el esfuerzo individual detrás de cada obra.

El circuito de venta incluye locales comerciales en Neuquén capital (Carlos H. Rodríguez 175), San Martín de los Andes (Juan Manuel de Rosas 790) y la Casa del Neuquén en Buenos Aires, además de la plataforma digital www.artesaniasneuquinas.com. A eso se suma la presencia sostenida en ferias locales, regionales, nacionales e internacionales, con una destacada participación en la Feria de Artesanías Tradicionales Argentinas de la Expo Rural de Buenos Aires, donde en 2024 sus productos fueron premiados.
Una empresa estatal con sentido de pertenencia
A diferencia de modelos centralizados o desconectados de la realidad local, Artesanías Neuquinas trabaja desde y con el territorio. Su cadena de valor está construida desde el origen: se produce donde se habita, se recolecta en origen y se comercializa con identidad. No es casual que muchos la consideren la “bandera cultural del interior”.
Una neuquinidad que no se declama, se vive
Hablar de neuquinidad no es un eslogan. Es entender que la provincia es mucho más que Vaca Muerta o sus paisajes turísticos. Es una comunidad que honra su historia, su diversidad y sus saberes originarios.
Y en ese camino, Artesanías Neuquinas S.E. sigue siendo una trinchera de identidad, un espacio de encuentro entre generaciones, y un ejemplo de cómo la cultura puede ser también motor de desarrollo económico, inclusión social y orgullo colectivo.
Porque hay cosas que no se compran ni se importan: se heredan, se protegen y se celebran. Como los ponchos, las manos curtidas por la lana, los saberes silenciosos. Como la neuquinidad misma.
Comentarios