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Bariloche se transforma con la obra pública y turismo, bases fundamentales de la economía local

La ciudad cordillerana experimenta un crecimiento a pasos agigantados lo que obliga a renovar, reforzar y crear más y mejores servicios para sus pobladores y visitantes.

Bariloche es una ciudad reconocida mundialmente por sus bellezas naturales, que cautivan a cientos de miles de turistas en forma anual. Sus lagos, montañas, ríos, conforman un entorno único y maravilloso. Sin embargo, la infraestructura siempre corrió de atrás en cuanto a las necesidades de un pueblo que fue creciendo a pasos agigantados, convirtiéndose en una ciudad codiciada para residir, pasear e invertir.

El Estado no había sido económicamente eficiente para hacer frente a esto. Así es como hace poco más de seis años el intendente Gustavo Gennuso, al asumir el mando de la localidad, debió encarar un programa de obras para ampliar su infraestructura vial, de servicios y de espacios urbanos para responder a esa demanda exponencial.

Y eso que parecía una utopía, más de un lustro después, se transformó en realidad. Actualmente, Gennuso lleva más de 200 obras realizadas en lo que lleva de gestión, de las cuales algunas están en ejecución o próximas a inaugurarse.


¿Cómo se logró? Primero, el gobierno diseñó un plan de obra pública con una estrategia de financiamiento que privilegió el bienestar de las personas, por sobre el rendimiento económico, se afirma desde el Ejecutivo local. Resulta que el ejido barilochense es tan grande que ejecutar una red de gas, o una cloacal, asfaltar algunas calles o simplemente extender el servicio de recolección de residuos, no resulta tan sencillo como parece.

Hubo que resolver muchas cuestiones al mismo tiempo con barrios que han multiplicado su población en pocos años y que tienen necesidades urgentes: mejoramiento vial, pluviales, gas natural, conexiones eléctricas, agua potable en lo que a necesidades domiciliarias se refiere. Pero también hubo que construir puentes, bicisendas, plazas, paseos, gimnasios, ampliar dependencias municipales y embellecer puntos turísticos.

Es decir, la planificación tuvo que pensar en las poblaciones más postergadas, pero también en los visitantes que son el motor económico de la ciudad y por qué no, responsables también de una porción importante de las finanzas provinciales, se insiste desde la comuna.


Buen vínculo productivo con Nación y Provincia



Para llevar adelante toda la obra pública, la administración Gennuso cultivó un vínculo productivo y aceitado con las distintas administraciones nacionales y provinciales, gracias a las cuales se han conseguido fondos claves de diversos programas, como los nacionales PROMEBA y RENABAP, o el Plan Castello en el ámbito rionegrino.

Asimismo, diseñó iniciativas creativas de financiamiento propio como la Ecotasa que despertó dudas al principio y que hoy se consolidó como una de las herramientas más útiles para costear obras de envergadura media.

En total son más de 200 obras donde se registran desde las pequeñas soluciones barriales, hasta algunas históricas que serán recordadas por años en este nuevo Bariloche. En estos seis años, el Municipio de Gennuso priorizó la llegada de servicios esenciales para los barrios periféricos, la pavimentación y mejoras viales y la construcción de espacios comunitarios cubiertos y al aire libre.

Realmente estamos transformando la ciudad, y cada vez podemos ver más cosas que lo comprueban, renovadas o hechas desde cero”.

Gustavo Gennuso, intendente.

A este fuerte impulso se le suma la actividad turística, que desde que comenzaron las aperturas post pandemia, Bariloche no para de crecer. La ciudad cordillerana está primera en cuanto ranking del sector surge: en las elecciones del PreViaje, en los vuelos de Aerolíneas Argentinas lidera todos los fines de semana largos.

Esta fuerte preferencia por el mercado nacional e internacional de la región, ha consolidado aún más a un destino que comienza a no tener temporadas bajas profundas como en el pasado y que apunta a romper la marca del millón de turistas al año.


Esto ha significado la generación, por este lado también, de miles de puestos de trabajo que llegan para satisfacer la demanda de los barilochenses que sintieron (y mucho) la suspensión de la actividad turística producida por el covid 19, pero que hoy viven una realidad muy diferente.

Al mismo tiempo desde el gobierno municipal se han concretado gestiones para que la ciudad tenga más vuelos directos con diferentes puntos del país: Buenos Aires, Rosario, Mendoza, Salta, Viedma, Córdoba e incluso, San Pablo (Brasil). Y se sumarán Tucumán, El Calafate y Santiago de Chile, por lo que parece no haber un techo.

Obra pública y turismo se han convertido en dos ejes fundamentales de la gestión de Gennuso al mando de Bariloche. El mandatario insiste con el concepto de transformación de la ciudad desde hace tiempo. Y poco a poco va avanzando en ese objetivo.


“La obra pública, la que se hizo, la que se está haciendo y la que está proyectada, impulsa la economía, genera trabajo, inclusión, incrementa el PBI y lo distribuye, además de dar mejor calidad de vida a nuestros vecinos y vecinas”, consideró el mandatario barilochense, quien considera que la generación de empleo “es una obsesión” para la administración que encabeza.


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