
Con nuevos beneficiarios, la beca Gregorio Álvarez se extiende en Neuquén
Ya son más de 8.400 los estudiantes aprobados y 5.500 los que recibieron el pago. El programa también se extendió a los alumnos de la sede de la UNCo en Chos Malal.
Todo comenzó con una idea ambiciosa: garantizar que ningún estudiante neuquino quede afuera del sistema educativo por razones económicas. Esa fue la premisa con la que nació el programa de becas Gregorio Álvarez, una de las primeras decisiones políticas del actual gobierno provincial.
Hoy, esa idea ya es una realidad tangible: 5.500 estudiantes neuquinos ya tienen el dinero de su beca depositado en las cuentas del Banco Provincia del Neuquén (BPN). Y el universo total de beneficiarios sigue creciendo.
Según los datos oficiales más recientes, 8.479 estudiantes ya fueron aprobados para recibir la beca en este 2025. De ese total, 6.427 son renovaciones de becas otorgadas en años anteriores y 2.052 son nuevos ingresos al programa. La cifra impresiona más si se observa el volumen total de inscripciones recibidas: 26.785 estudiantes se postularon este año, lo que confirma el fuerte interés y la necesidad de esta política en todo el territorio neuquino.
Una oportunidad concreta
Para quienes ya forman parte del programa, los pagos se están haciendo efectivos a través de cuentas habilitadas en el BPN. En tanto, los nuevos beneficiarios serán contactados por el banco para abrir sus cuentas, firmar la conformidad y retirar sus tarjetas, un paso clave para garantizar el acceso al beneficio.
Pero la historia no termina ahí.
La expansión del programa también tocó tierra en Chos Malal, donde recientemente se inauguró una sede de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). En esa localidad del norte neuquino, más de 600 estudiantes se inscribieron en las nuevas tecnicaturas, y para ellos se abrió una etapa exclusiva de postulación a las becas Gregorio Álvarez, vigente hasta el 20 de mayo.

El programa sigue creciendo e incluyendo a más familias, ya que el gobernador Figueroa autorizó el aumento del tope de ingresos permitido para acceder al beneficio. Esta medida marca una diferencia notable a nivel nacional: mientras que la beca Progresar y la mayoría de los programas similares establecen un límite de ingreso familiar de hasta tres veces el salario mínimo vital y móvil, las becas neuquinas elevan ese tope a cuatro veces y media dicho salario (correspondiente a enero de 2025) para familias con hasta dos estudiantes, y a seis veces el salario mínimo para aquellas con tres o más estudiantes.
Esta acción forma parte de un plan estratégico para equilibrar el acceso a la educación superior en zonas históricamente postergadas, un objetivo clave de la actual gestión.
Las becas Gregorio Álvarez se financian con el aporte de las compañías hidrocarburíferas que operan en Vaca Muerta y acompañan este programa destinado a garantizar la igualdad de oportunidades en toda la provincia.
Una beca, muchas realidades
El programa Gregorio Álvarez fue definido por el gobierno como “el plan de ayuda estudiantil más importante de la historia de la provincia y un caso inédito en el contexto actual del país”. Y los números parecen respaldar esa afirmación.

En 2024, la beca alcanzó a 19.232 estudiantes de todos los niveles educativos:
- En nivel Inicial, se otorgaron $120.000 por única vez.
- En nivel Primario, $140.000 también por única vez.
- En nivel Secundario, dos pagos de $160.000.
- En nivel Superior, $160.000 mensuales para acompañar a quienes cursan estudios terciarios o universitarios.
Los requisitos son simples pero estrictos: ser alumno regular de una institución pública o de gestión privada con aporte estatal en la provincia del Neuquén.
Por otro lado, los montos de las becas se duplicaron este año en comparación con la inflación registrada entre febrero de 2024 y febrero de 2025. Los valores actualizados son: 240 mil pesos para nivel inicial, 280 mil para primaria, 210 mil para secundaria (distribuidos en tres pagos a lo largo del año), 320 mil para nivel terciario y 390 mil para estudiantes universitarios.
Hoy, cada vez que un estudiante recibe el aviso del banco, o retira su tarjeta, o ve el depósito reflejado en su cuenta, la beca Gregorio Álvarez deja de ser una política y se convierte en una oportunidad concreta. Una historia que se sigue escribiendo con miles de jóvenes como protagonistas.
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