De los clubes de barrio a los campeones mundiales: el plan de Neuquén para crecer en el deporte
Con la puesta en marcha de los Juegos Regionales Neuquinos 2025 y el nuevo triunfo internacional de Iñaki Basiloff, la provincia muestra su política integral: inversión en infraestructura, apoyo a los clubes y becas para atletas que reflejan una visión de deporte como motor de integración y desarrollo humano.
La imagen de cientos de chicos y chicas corriendo detrás de una pelota en un club de barrio tiene algo en común con la de un nadador neuquino colgándose una medalla de oro en un Mundial: ambas historias nacen en una provincia que decidió hacer del deporte un pilar de identidad y desarrollo.
Esa visión se hizo presente en el estadio Ruca Che, donde el gobernador Rolando Figueroa encabezó la presentación de los Juegos Regionales Neuquinos 2025. “Los neuquinos hemos trazado una forma de vida, y esa forma de vida también se palpa en el deporte”, aseguró.
Un programa que llega a cada rincón

Los Juegos Regionales no son sólo un torneo. Son la posibilidad de que más de 4.000 jóvenes de entre 12 y 16 años participen en básquet, fútbol, vóley, futsal o tenis de mesa, sin importar si viven en la capital o en una pequeña comisión de fomento.
La secretaria de Deportes, María Fernanda Villone, explicó que los 57 municipios y comisiones de fomento adhirieron a la propuesta, que destina 500 millones de pesos para indumentaria, materiales, viajes y logística. “En cada pase y en cada salto se construye neuquinidad”, resumió.
Con este diseño, el deporte se convierte en una herramienta de inclusión, salud y pertenencia comunitaria, con etapas locales, regionales y una final provincial a fines de 2025.
De los clubes a los campeones

La política deportiva neuquina no se limita a los grandes escenarios. Se apoya en la infraestructura de base, con gimnasios recuperados, piletas refaccionadas y aportes directos a clubes sociales y barriales que sostienen la práctica diaria.
De allí surgió también la carrera de Iñaki Basiloff, que esta semana volvió a emocionar a la provincia con su oro mundial en Singapur en los 200 metros medley de para-natación. A los 24 años, Iñaki acumula 11 medallas en campeonatos mundiales y es un emblema de la natación argentina.
Su historia comenzó en el club Alta Barda, donde llegó en busca de rehabilitación y terminó encontrando una pasión que lo llevó a ser dos veces olímpico. Hoy, integra el programa de becas al alto rendimiento que sostiene la provincia, prueba de que la gestión apuesta tanto al deporte de base como al alto rendimiento.
El deporte como identidad
Figueroa resumió el sentido de esta política al destacar que lo que sucede en Neuquén “no pasa en todos lados”. Lo explicó con un ejemplo claro: gimnasios, piletas y programas deportivos que se financian con fondos propios, generados en la provincia, y puestos al servicio de la comunidad.
En la práctica, eso significa que un chico en una escuela rural tiene las mismas chances de competir en un torneo que un joven en la capital; y que un deportista con proyección internacional sabe que cuenta con el respaldo del Estado para crecer.
Neuquén eligió un modelo en el que cada club, cada barrio y cada medalla cuentan la misma historia: la de una provincia que entiende que el deporte no es sólo competencia, sino una forma de construir comunidad y futuro.

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