Contradicciones en el juicio al comisario
“Ese señor me agarró, sentí algo en la cintura y cuando miré era una pistola”, dijo Guíñez.
ROCA (AR).- Confusas declaraciones se escucharon ayer en el juicio oral y público contra un ex jefe policial de Roca y Regina acusado de “privación abusiva de la libertad, amenazas con armas y lesiones leves”. Los dos jóvenes que habrían sufrido la agresión en la madrugada del 14 de febrero de 2008 volvieron a acusar al comisario inspector Carlos Britos, tal como lo habían hecho en la etapa de instrucción, pero los policías que declararon después aportaron más dudas que precisiones sobre lo que ocurrió la noche en que fue demorado un menor de 17 años y detenido de un joven de 19 en el paseo del canalito. Ambos fueron alojados en la Comisaría Tercera donde, según la acusación, Britos habría golpeado al adolescente y amenazado al mayor. Según afirmaron casi todos los testigos, la detención respondió a que Britos los había señalado como los autores del violento robo que había sufrido su hijo aquella madrugada. Este último, por su parte, aseguró en el juicio que estaba “seguro” de que Marcos Guíñez y Carlos Vásquez habían sido sus atacantes pero los policías que participaron del procedimiento de detención dijeron que en aquel momento el muchacho “no estaba seguro”. Contra lo asentado en el libro diario de la Comisaría, en relación a que Britos había ordenado las demoras pese a no tener competencia alguna en esa jurisdicción, el sargento José Zunzuneguy declaró que en realidad fue él quien dispuso los traslados a la unidad, aclarando que fue “por prevención” porque “el comisario estaba muy alterado, tenía un arma y había mucha gente en el canalito”. Pero el oficial Fernando Sánchez, de servicio aquella noche en la comisaría, dijo que Britos “estaba tranquilo, normal”. El oficial Lucas Matamala aseguró que Sánchez dejó entrar a Britos al sector donde Guíñez estaba demorado y que allí dentro el comisario “lo agarró del cuello, fuerte, y le pegó unas cachetadas” al adolescente, quien por su parte, jamás fue imputado en la causa por el robo al hijo de Britos.
“Ese señor me agarró, sentí algo en la cintura y cuando miré era una pistola”, dijo Guíñez.
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