Cooperativismo: una herramienta insustituible

Eduardo Hernández es un apasionado del quehacer cooperativo. Este comerciante roquense supo tener presencia en cooperativa Faro, y sostiene que el movimiento asociativo puede ser la solución a varios problemas económicos y sociales actuales.

En estos tiempos que nos toca atravesar, el sobrevivir económicamente cada vez se hace más pesado y es aquí donde realmente el trabajo cooperativo toma verdadera importancia. Trabajo en conjunto y solidaridad tienen que ir de la mano.

“Yo creo que en el momento actual que vivimos en el país el cooperativismo resulta una herramienta insustituible. Porque justamente es la posibilidad de que mucha gente que, individualmente, no puede salir de situaciones complejas tiene la posibilidad de agruparse y encontrar en la cooperativa, que es un mecanismo excelente para progresar económica y socialmente, una herramienta idónea”, comenta Eduardo Hernández.

“Soy un convencido de que es una institución que por ahí carece de la suficiente visibilidad. Hay como un enorme desconocimiento de las posibilidades que brinda el cooperativismo, pero cuando uno empieza a ver las entidades que están funcionando y los logros que tienen, a veces surgiendo casi de la nada, la verdad que es muy valioso el gesto. Además garantiza también la participación democrática del conjunto de los asociados. Es una entidad que no pone en primer lugar el capital, ni la capacidad económica de cada asociado, sino el hecho de la mera participación. Y esto ocurre no solo en las cooperativas de producción, sino también en las de trabajo, en las de servicios públicos. Se garantiza la participación de cada uno de los asociados”, comenta.

Cuanta más gente pueda incursionar en cooperativas vamos a ir encontrando soluciones a problemas sociales y económicos”.

Eduardo Hernández, comerciante roquense ligado al sector cooperativo

El esfuerzo propio y la ayuda mutua son las características fundamentales del cooperativismo. “Esta condición ha permitido que hoy hayan cooperativas de mucha pujanza. Como mencioné, por ejemplo, en el área de los servicios públicos en muchos lugares. En cuanto a la producción hay cooperativas agropecuarias que están entre las 10 o 20 empresas más importantes del país, en seguros, en el consumo incluso. Nosotros tenemos el ejemplo de la Cooperativa Obrera que ha crecido enormemente en tres provincias”, dijo.

“Pero yo insisto en que a veces hay un problema de falta de visibilización que tiene que ver con una actitud general. Creo que es una responsabilidad de las propias cooperativas, a veces, de no mostrar todo lo que hacen y lo que pueden. También de los medios que por ahí no reflejan permanentemente la actividad cooperativa, del Estado que tendría que apostar por el cooperativismo porque, además, tienen la garantía de transparencia, que ahí no habrá evasión impositiva. Digamos que hay una falta de visibilización que es el atraso más grande, aunque tengo entendido que no es solamente en Argentina, sino en el resto del mundo también. Como que el cooperativismo aparece como algo pequeño o medio oculto que nadie sabe bien de qué se trata, sin embargo es una fuerza pujante”, continúa.

Trabajo en conjunto y solidaridad es la premisa.

Hernández remarca sobre la importancia que tiene el dar a conocer el trabajo de las cooperativas. “En este último período me he enterado que hay más de 20 cooperativas que están funcionando en Río Negro, que han crecido económicamente a partir de cero en muchos casos y por ahí eso no tiene reflejo, ni aparece como ejemplo para el resto de la sociedad. Hay mucha gente, sobre todo en esta época, que está complicada en lo económico, en lo social, y no sabe que cuenta con esta herramienta que lo único que necesita es juntarse con los que están en su misma situación”.

También es cierto que a veces hay desconocimiento y las que fallan son las instituciones del Estado en cuanto a difundir más y simplificar trámites. “No puede ser que la matrícula de una cooperativa tarde meses. Como que es difícil, más complejo. Pero conozco casos de cooperativas de trabajo que no tenían idea de cómo administrarse, se fueron formando muchas veces con ensayo y error y salieron adelante. Y en 8 o 10 años han logrado tener un nivel de vida que no se lo imaginaron jamás. Cuánto más se sepa o se conozca, y cuanta más gente pueda analizar, discutir o averiguar sobre cooperativas, vamos a ir encontrando muchas más soluciones a grandes problemas económicos y sociales”, concluyó.


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