Copa Libertadores: Ahora que hablen los equipos

Al menos hasta ayer, los protagonistas de la gran final de la Libertadores entre Boca y River no han sido los jugadores y cuerpos técnicos, sino los titulares de ambos clubes, el de la AFA e incluso el presidente de la Nación.

Mauricio Macri fue quién pidió que la finalísima sea con público visitante y tal pedido tuvo en vilo a la dirigencia, que ayer tomó una determinación. El presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, junto a Rodolfo D´Onofrio (River) y Daniel Angelici (Boca), anunciaron que la final sólo tendrá público local, y que por acuerdo con Conmebol se disputarán los sábados 10 y 24 de noviembre, ambos a partir de las 17:00.

A la misma hora que se daba este cónclave, Macri calentó la previa al tildar de “culón” a Marcelo Gallardo. Así se expresó el primer mandatario durante una visita a la fábrica del laboratorio “Cassará”, en el barrio porteño de Mataderos.

Así las cosas y ya confirmados los días y horarios de la inédita definición, tanto Gallardo como su par de Boca, Guillermo Barros Schelotto comenzaron con la planificación de cara al cotejo de ida.

El Muñeco deberá disimular la ausencia del lesionado Leo Ponzio como principal foco del problema, pensando en el once titular. El DT podría inclinarse por un esquema más combativo de lo habitual, con Bruno Zuculini y Enzo Pérez de entrada. Esto relegaría en el banco de los suplentes tanto a Ignacio Fernández como a Juan Quintero.

En Boca, el Mellizo deberá definir quién acompaña a Cristian Pavón y Wanchope Ábila (Pipa Benedetto seguiría en el banco) en la delantera. Los candidatos son Emanuel Villa, Mauro Zárate y Carlos Tevez.

El premio por

levantar la Copa

“¿Cómo estamos para el sábado? ¿La mayoría es de Boca? Esta vez se nos tiene dar, éste culón de Gallardo no puede con el VAR”.

El exabrupto de Macri, en una visita a la fábrica en el barrio de Mataderos.