Cordero Pizarro viajó pensando en renunciar al PAMI 2-4-03

ROCA (AR).- Nadie sabía hasta anoche si el PAMI de Río Negro tendrá hoy a Alejandra Cordero Pizarro como máxima responsable. Desgastada por los sucesivos problemas de la obra social de los jubilados y saturada por el corte de prestaciones de la Federación de Clínicas, la funcionaria viajó ayer a Buenos Aires para transmitir su decisión de renunciar si no había una inmediata solución al conflicto que mantiene a miles de afiliados sin cobertura para internaciones. «Todavía no renuncié. Todo depende de la reunión en la que estamos ahora, en la Gerencia de Prestaciones Médicas», contestó pasado el mediodía ante la consulta de este diario. Luego, durante toda la tarde y hasta el cierre de esta edición, su teléfono permaneció apagado. Cualquiera haya sido el resultado del cónclave que Cordero Pizarro mantuvo con autoridades nacionales de PAMI, hoy habrá novedades para los 36.000 jubilados rionegrinos. La primera alternativa es que desde la sede central de la obra social hayan decidido aportar el dinero (o una parte) que reclaman los prestadores, abriendo así la puerta al regreso de atención en clínicas y sanatorios privados. La segunda -y peor- es que no haya caminos viables para una solución rápida al conflicto con Feclir y ahora no sólo los afiliados deban seguir penando por salud sino que también se presente un cuadro de acefalía en la delegación provincial de la obra social. Mientras tanto, sigue adelante el plan de emergencia montado entre el PAMI y Salud Pública para atender a los jubilados en hospitales. Según se informó desde el «Francisco López Lima» de Roca, durante el fin de semana largo no hubo complicaciones porque no se incrementó el promedio de atenciones que habitualmente se hacen a afiliados de la obra social. «Más allá de eso, está activada una red que en caso de saturar nuestra capacidad nos permite derivar en ambulancias de PAMI a los pacientes con cuadros menos complejos hacia hospitales vecinos», explicó Carmen Bonnet, a cargo del nosocomio por ausencia de Cristina Uría. Los jubilados Quienes no están para nada conformes son los jubilados. Carlos Sepúlveda, referente del Centro de Jubilados y Pensionados de Roca, expresó su angustia por el corte en las prestaciones y se quejó por la injusticia que significa no recibir atención de una manera digna, por la mutual a la que le aportaron más de 38 años (en su caso), «todo por problemas de mala administración». «Muchos van al hospital a raíz del corte de prestaciones, pero no es lo que corresponde. No está en capacidad de atender a toda la comunidad, incluidos los que tienen obra social. Hay que tener en cuenta qué pasa si se quedan sin insumos», comentó. Sintiéndose un privilegiado por poder pagar un servicio de emergencia, con el que se está controlando desde hace un tiempo, se mostró preocupado por sus compañeros que ya no pueden atenderse en una clínica. «Tienen que pagar más de 15 pesos, además de todos los medicamentos que seguro le recetan. A los jubilados que cobran 200 pesos, que son muchos, no les alcanza para nada. O comen o se compran los medicamentos», graficó.


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