Corea del Norte se enfrenta a un futuro incierto
Dirk Godder AFP
El pueblo norcoreano, al igual que el resto del mundo, sigue sin saber cuál es el planteamiento político de Kim Jong-un. Pero lo que sí parece más claro es el posicionamiento del hijo menor del fallecido Kim Jong-il en el complejo entramado del Estado, el partido y el Ejército de Corea del Norte: altos representantes del régimen lo proclamaron “líder supremo” públicamente. Durante la última jornada de los funerales por su padre en Pyongyang, el joven y supuestamente inexperto Kim Jong-un dejó hablar a otros. Pero las dos semanas transcurridas desde la muerte de Kim Jong-il arrojaron algo de claridad sobre las personas que deben procurar tranquilidad durante este período. A la cabeza figura su influyente tío Jang Song-thaek. Según los analistas, serán Jang y su mujer Kim Kyong-hui –hermana menor de Kim Jong-il– quienes apoyen al nuevo “líder supremo” durante su consolidación en el poder y velen por los intereses de la familia. En el reducido grupo de poderosas figuras que rodea a Kim Jong-un está también el jefe del Estado Mayor del Ejército, Ri Yong-ho. No se espera un cambio en el curso político del país a mediano plazo. Durante el duelo por Kim Jong-il, los medios estatales no han dejado lugar a dudas de que Corea del Norte seguirá las pautas marcadas por el fallecido líder. Además de la denominada ideología Juche, que defiende la independencia del país, la doctrina militar es otro de los puntales políticos del empobrecido pero fuertemente armado país. Se espera que las primeras ideas sobre los planes de la nueva cúpula aparezcan en los editoriales de Año Nuevo de la prensa estatal, en los que en el pasado se revelaron los objetivos políticos y económicos anuales. Y es que, además, el 2012 será un año de gran simbolismo para Corea del Norte: el 15 de abril se cumple el centenario del nacimiento del padre de Kim Jong-il, el ex líder Kim Il-sung, venerado todavía casi como un dios. Por ello, Kim Jong-il se había impuesto como objetivo hacer de Corea del Norte un país “fuerte y próspero” en el 2012. Pero según los expertos, a Kim Jong-un le resultará difícil alcanzar ese objetivo sin acometer reformas. “Creo que al final Kim Jong-un no podrá resistir la presión económica”, apunta el economista surcoreano Yang Un-chul, del Instituto Sejong. También le darán quebraderos de cabeza las sanciones internacionales por su controvertido programa atómico. “El plan económico de Corea del Norte ha fracasado”, asegura Yang. En su opinión, Kim Jong-un podría estar dispuesto a abordar reformas. Pero no hay nada claro. La apertura del país sería la única forma de que Corea del Norte pudiera mejorar la vida de sus ciudadanos. Al menos es la opinión de Choi Sung-in, que en el verano (boreal) huyó de su país natal a la vecina Corea del Sur. Pero por ahora lo único cierto es que en los últimos tiempos Pyongyang aumentó el control sobre sus ciudadanos.
Dirk Godder AFP
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