Coronavirus, pánico global y un viernes negro

La llegada de la epidemia a Europa y EEUU, despertó la incertidumbre de los mercados financieros que cayeron fuerte.

Como no sucedía desde el año 2008, cuando la crisis de las sub prime hizo estallar los mercados financieros, los paneles de las principales bolsas de valores del mundo, cerraron la jornada del viernes teñidas de color rojo.
La alarma se desató esta semana por el avance de la enfermedad a lo largo y a lo ancho del continente Europeo. Durante las últimas horas, el número de infectados se elevó hasta 32 en España, 60 en Alemania y 19 en Reino Unido. Pero el pánico se desató ante la confirmación de los primeros casos positivos en Estados Unidos y México.
Los números conocidos hasta el momento indican que a poco más de un mes de conocido el primer caso en China, el total de infectados asciende a 84.000 y el número de muertos llega 2.859.
El temor global por la irrupción del coronavirus y el peligro de una potencial pandemia que afecte a todo el planeta, generó pánico en los mercados, provocando una baja generalizada en la cotización de los bonos y acciones de los países y las empresas más importantes del mundo.
Al cierre de la semana, nadie logró escapar a lo que ya se denomina “efecto coronavirus”. Una recorrida por los principales indicadores financieros globales, mostraba el viernes al DAX30 cayendo 3,6% en Alemania, el S&P500 desplomándose un 4% y el Dow Jones un 4,4% en EEUU, y el Nikkei con una baja del 3,7% en Japón. La misma tendencia se verificaba en la bolsa de Hong Kong que caía un 2,7% y en la de Seul que caía un 3,3%. Argentina no fue la exepción. El Índice Merval caía el viernes un 3,67%, y entre las principales acciones del panel, YPF retrocedía un 4,52%, Pampa Energía un 4,7%, Galicia un 4,4% y Aluar un 2,9%.
El impacto total que puede llegar a generar la extensión del virus, es imposible de estimar.
Ante situaciones de pánico extremo como la que se registra en estos días, los inversores se vuelven sumamente aversos al riesgo, y deciden colocarse en activos más seguros, como por ejemplo el bono a 2 o a 5 años del Tesoro de los EEUU. Cuando además esa estrategia se extiende a todos los mercados financieros, comienza lo que se denomina “comportamiento en manada”, convirtiendo la baja en el precio de los activos, en una “profecía autocumplida”.

En números

u$s 6
Los billones que se estima, conforman la pérdida financiera global por las últimas jornadas a la baja.
3,67%
Lo que cayó el Merval durante la jornada del viernes. La acción de YPF retrocedió 4,5%.


En efecto, debido al incremento de la demanda, el rendimiento de ese instrumento registró esta semana el nivel más bajo en los últimos cuatro años, ubicándose por debajo del 1% para la colocación a 5 años.
La misma necesidad de escapar al riesgo de los activos financieros, lleva a los inversores a elegir otro tipo de instrumentos para colocar los fondos. Es el caso del oro. La cotización del metal precioso subió esta semana un 2% y alcanzó los u$s 1.676 por cada onza, su máximo precio en los últimos cuatro años. Los especialistas creen que de sostenerse la tendencia, y si no logra controlarse en lo inmediato el avance de la enfermedad, la cotización podría llegar a rozar los u$s 2.000 la onza en los próximos meses.
Un caso particular es el de las criptomonedas. El Bitcoin surgió precisamente durante la crisis de 2008, ante el desplome de las cotizaciones de los instrumentos financieros tradicionales, y rápidamente se convirtió en una alternativa que promete ser dueña de la ecomomía del futuro. La cotización del Bitcoin, alcanzó un máximo el pasado 12 de febrero cuando tocó los u$s 10.339, y desde ese momento se acopló llamativamente a la baja del resto de los activos financieros, algo poco común desde su creación y cayó en las dos semanas siguientes. Sin embargo tras la zozobra que atravesaron los mercados durante los últimos días, la valoración volvió a crecer un 2,4%, hasta cerrar en u$s 8.994.
Las monedas virtuales tienen una notable inserción entre las generaciones más jóvenes, y ya han demostrado ante episodios de alta incertidumbre, como el Brexit o la devaluación china de 2015, obtener mejores resultados que la inversión tradicional.
Por tal motivo se espera que la inclusión de criptomonedas en las carteras de inversión como refugio de valor, sea una de las posibles estrategias ante el pánico desatado por la epidemia china. De verificarse el pronóstico, se estima que la cotización podría superar largamente el máximo registrado hace dos semanas, e incluso existen consultores especializados en finanzas globales que estiman que la cotización podría llegar hasta los u$s 16.000. Vale recordar que el máximo precio del Bitcion se registró en 2017, cuando estuvo cerca de los u$s 20.000.
Es imposible predecir lo que viene en en el cortísimo plazo para la economía mundial, aunque vale decir que el sistema financiero global suele experimentar este tipo de episodios de desplome, y que ello tiene lugar de forma cíclica, de manera que siempre tras una baja sensible, sobreviene una etapa de expansión.


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