Corrupción en la obra pública: Cristina declaró durante 3 horas ante el Tribunal

La vicepresidenta electa declaró por la causa de corrupción en la obra pública. Pese a los reclamos, el Tribunal Oral Federal 2 volvió a rechazar la televisación en vivo del debate.

La vicepresidenta electa Cristina Fernández ironizó hoy sobre las acusaciones en su contra, aludió a otras causas penales que involucran a sus hijos Máximo y Florencia, y criticó con dureza a jueces, fiscales y funcionarios del gobierno de Mauricio Macri en una extensa exposición durante el juicio oral por la obra pública.

«Te imputan estupideces y ni siquiera te dejan demostrar que son estupideces que otros también cometieron. Increíble», sostuvo sobre la imputación como supuesta jefa de asociación ilícita.

La ex presidenta era indagada ante una sala de audiencias colmada de público en el subsuelo de los Tribunales Federales de Retiro, adonde arribó pasadas las 9.30 sin hacer declaraciones.

Entre el público se ubicaron ex funcionarios y legisladores del kirchnerismo como Teresa Parodi, Juan Cabandié, Martín Sabbatella, Jorge Taiana, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Estela Carlotto y la Madre de Plaza de Mayo «Taty» Almeida, entre otros.

Tras pedir una botella del agua mineral que ella toma, comenzó a exponer ante los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu, a quienes en todo momento miró e interpeló con preguntas, al igual que al fiscal Diego Luciani, a quien le preguntó su apellido antes de comenzar a cuestionarlo por la acusación.

En una larga exposición aludió a otras causas judiciales, como por ejemplo al hallazgo de más de cuatro millones de dólares en cajas de seguridad a nombre de su hija Florencia.

«Cuando terminó la presidencia, después de la primera devaluación, dije `estos van a hacer un desastre. Hay que cambiar todo a dólares´. Eso fue lo que hice y lo hizo mi hija porque fue la única que vive en Buenos Aires; Máximo y yo vivíamos en Gallegos», dijo.

Se trataba del «dinero de la sucesión, no estaba a nombre de testaferros ni en paraíso fiscal, estaba a nombre de mi hija que es la heredera en el Banco Galicia, que es un banco nacional».

Florencia «fue fotografiada en un montaje frente a millones de dólares, como si los hubiéramos robado sin aclarar» sobre que esa suma había estado en «plazos fijos» en pesos.

En otra línea, aludió a la «mesa judicial» que dijo tenía el gobierno de Mauricio Macri «donde se decidía quién iba preso, quién no iba preso, a qué empresario había que apretar».

«Siempre les digo a los Albertos, Beraldi (su abogado) y Fernández, que son profesores de la facultad, `¿Ustedes cuentan las cosas que pasan en Comodoro Py a los alumnos de derecho penal?´», cuestionó.

Este planteo fue parte de sus críticas al fuero federal. «Lo que se ve y se conoce es horrible», agregó alzando el tono de voz. Antes había cuestionado lo que llamó las «escuchas ilegales» difundidas, al organismo que se encarga de las escuchas ordenadas por la Justicia, la Djudeco y a su titular, Martín Irurzun, presidente de la Cámara Federal porteña.

«Irurzun te escucha e Irurzun te mete preso. Esta es la fórmula de Comodoro Py», acusó.

Sobre el juez Claudio Bonadio dijo entre otros puntos que ni siquiera la dejó tener tarjeta de crédito, ni a ella ni a sus hijos.

«Tampoco sería justo cargar las tintas sobre Bonadio o Ercolini, dos jueces de grado. Estuve dos años sin fueros por voluntad propia, decidí no tener fueros, ya estaba en marcha la causa Hotesur, dólar futuro. No me dictaron la preventiva».

«Bastó que fuera electa senadora para que tres días antes me bajaran la prisión preventiva que obviamente no pudieron ejecutar porque tenía fueros. Buscaban la construcción mediática, los títulos de diarios, Cristina no va presa porque se ampara en los fueros», dijo.

También aludió al fallecido Néstor Kirchner. «Ni pintar el nombre sabían en la provincia de Buenos Aires» cuando llegó a la presidencia de la Nación, tras la crisis del 2001.

«Y ustedes dicen que era un plan maestro para saquear las arcas del Estado porque Lázaro Báez, que siempre vivió en Santa Cruz, era amigo de Néstor Kirchner, ¿por qué no lo hicieron en Santa Cruz durante 16 años?».

Para «mentir hay que saber mentir, también como para todo es clave en los tiempos que vienen que los que hablen y las que hablen sepan de qué hablan, sino nos va a ir muy mal a los argentinos», concluyó, y pidió «perdón» por el tono exaltado.


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