“Cortar con el exceso de confianza”

La grandiosa Naranja Mecánica’’ de Johan Cruyff fue una selección extraordinaria a la que sólo le faltó una cosa: un campeonato mundial. Nada menos.

Cuando Holanda disputó las finales de 1974 y 1978, le tocó medirse contra los anfitriones Alemania y Argentina. Muchas razones todavía se desmenuzan casi cuatro décadas después. Esos equipos, según Bert van Marwijk, caían en la complacencia. “Perdimos una final que debimos haber ganado. Teníamos una generación como pocas en ese momento y Johann Cruyff era el mejor futbolista que yo había visto jugar’’, dijo el entrenador.

“Lo que hemos hecho en los últimos dos años ha sido erradicar esa complacencia y exceso de confianza’’, afirmó van Marwijk.

Holanda sigue contando con grandes individualidades, pero también le añade un instinto implacable. “Nuestra historia en los mundiales siempre fue que arrancábamos ganando a diestra y siniestra. Cogíamos confianza y luego nos mandaban a casa’’, dijo van Marwijk.


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