Cortesía, indirectas y sonrisas ante algunos titubeos
BUENOS AIRES (DyN).- Pese a la tirantez que trasuntaron en sus exposiciones, los representantes del Gobierno y del Grupo Clarín intercambiaron saludos cordiales y alguna que otra felicitación por sus intervenciones en la audiencia pública ante la Corte Suprema por la Ley de Medios. El abogado Andrés Gil Domínguez, quien había argumentado ayer como “amicus” por el Grupo Clarín, felicitó a la representante de la Afsca, Graciana Peñafort Colombi, por el tenor de sus respuestas, que sustentaron la postura oficial ante las interrogaciones de la Corte. Martín Sabbatella, quien acababa de pronunciar un alegato durísimo contra el Grupo Clarín, estrechó las manos de los abogados rivales, Alejandro Carrió y Damián Cassino, y por allí se los vio también intercambiando saludos a otros supuestamente enfrentados de manera irreconciliable. Todos los asistentes coincidieron en destacar el altísimo nivel de las preguntas preparadas por la Corte, aunque Sabbatella se quejó porque “a ellos (Clarín) les hicieron 15 preguntas y al Estado más de 35”. Las autoridades del Centro de Información Judicial (CIJ) respiraron más aliviadas que en la audiencia de la víspera, porque hubo una concurrencia sensiblemente menor de periodistas y también de público, lo que facilitó la tarea, especialmente de los fotógrafos.
BUENOS AIRES (DyN).- Pese a la tirantez que trasuntaron en sus exposiciones, los representantes del Gobierno y del Grupo Clarín intercambiaron saludos cordiales y alguna que otra felicitación por sus intervenciones en la audiencia pública ante la Corte Suprema por la Ley de Medios. El abogado Andrés Gil Domínguez, quien había argumentado ayer como “amicus” por el Grupo Clarín, felicitó a la representante de la Afsca, Graciana Peñafort Colombi, por el tenor de sus respuestas, que sustentaron la postura oficial ante las interrogaciones de la Corte. Martín Sabbatella, quien acababa de pronunciar un alegato durísimo contra el Grupo Clarín, estrechó las manos de los abogados rivales, Alejandro Carrió y Damián Cassino, y por allí se los vio también intercambiando saludos a otros supuestamente enfrentados de manera irreconciliable. Todos los asistentes coincidieron en destacar el altísimo nivel de las preguntas preparadas por la Corte, aunque Sabbatella se quejó porque “a ellos (Clarín) les hicieron 15 preguntas y al Estado más de 35”. Las autoridades del Centro de Información Judicial (CIJ) respiraron más aliviadas que en la audiencia de la víspera, porque hubo una concurrencia sensiblemente menor de periodistas y también de público, lo que facilitó la tarea, especialmente de los fotógrafos.
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