Costumbres argentinas
Por EZEQUIEL FERNÁNDEZ MOORES
La costumbre, hay que decirlo, es típicamente argentina, como si todo dependiera siempre de nosotros y no hubiese un rival enfrente. Pasó una y mil veces. Y está pasando otra vez, en vísperas del partido de cierre del Rugby Championship que Los Pumas juegan el sábado en Rosario contra Australia. La expectativa está puesta en saber si, por fin, Los Pumas podrán obtener su primer triunfo en el torneo. El sábado pasado, en el Estadio de La Plata, era el comentario generalizado después de la derrota digna ante los All Blacks. Sucedió que asombró en un cierto sentido ver a Los Pumas jugándole de igual a igual al seleccionado más poderoso del mundo al menos los primeros cincuenta minutos del partido. Un excelente scrum fue la base del poderío argentino. También se mejoró en el line out, claro, con las vueltas de Patricio Albacete y Fernández Lobbe. Pero pocos repararon en un detalle no menor. Pese a ese muy buen nivel, Los Pumas jamás quedaron en posición clara de try. Y Nueva Zelanda, en cam-bio, se llevó el punto bonus que se obtiene cuan-do se anotan cua-tro o más tries. Sin hacer mucho más, se llevó to-do. Pragmatismo puro. El lugar co-mún, y no es equivocado, generaliza diciendo que Australia está lejos de su mejor momento y que por eso Los Pumas son candidatos al triunfo. Pero es Australia. Ya avisó el año pasado, cuando también ganó de visita y, supuestamente, estaba en situación precaria. Es la Australia que ganó dos Mundiales, que llegó a una final y a dos semifinales de Mundial y que llega al sábado con la certeza de que no le gustará quedar última en el certamen. “Somos como Bolivia en fútbol”, avisó el jueves Felipe Contepomi. Es engañoso. En rigor, Bolivia, como indicó Olé, está 62 en el ranking FIFA. Argentina está 10 en el ranking del rugby. Sería Croacia, no Bolivia. Pero sí le está sucediendo lo que le pasa a Bolivia o a algún otro país vecino cuando recibe a Argentina. Juega posiblemente mejor, de igual a igual, pero, a la hora de la verdad, Argentina suele definir en el primer ataque, al primer error rival. Eso fue lo que pasó el sábado en La Plata ante los All Blacks y lo que también podría suceder el sábado en Rosario contra Los Wallabies. Será tal vez la despedida de Contempomi y también el último partido por los puntos del entrenador Tati Phelan. Argumentos de peso para buscar una buena despedida. Pero con un rival que también cuenta. Aunque casi nadie hable de él.
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Por EZEQUIEL FERNÁNDEZ MOORES
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