Crece la hipótesis de que a la chica de Paraná la raptaron por error

PARANA (Télam).- La hipótesis de que la entrerriana Fernanda Aguirre, de 13 años, haya sido secuestrada por error se robustece entre los investigadores, mientras la chica permanece desaparecida desde hace cinco días y el fiscal a cargo del caso tuvo que liberar por falta de pruebas a seis sospechosos que estuvieron demorados.

La idea del secuestro por error fue planteada ayer por el abogado de la familia del campeón de ciclismo argentino Juan Bautista Sigura, residente en Paraná, quien advirtió que no descartan que Fernanda haya sido confundida con la hermana del deportista, que es de la misma edad y físicamente parecida. El letrado Marcos Rodríguez Allende dijo que cree que el secuestro fue cometido por una banda vinculada a un hombre condenado tiempo atrás por un crimen y que quiere vengarse de Sigura, quien en un principio también estuvo vinculado a ese hecho pero luego fue sobreseído.

El crimen que motivaría esta supuesta venganza es el del técnico naviero Alberto Koltuoffo, cuyo cadáver fue encontrado en los fondos de la casa de un hombre identificado como Claudio «el Jorobado» Lencina, quien cumple una condena de 15 años de prisión en la Unidad Penal de Paraná.

En ese crimen estuvo imputado el ciclista Sigura, aunque recientemente fue sobreseído, de ahí la presunción de que personas allegadas a Lencina hayan querido vengarse atacando a algún integrante se su familia, según la hipótesis del letrado.

El abogado fundamentó su teoría en el hecho de que «tres mujeres que estuvieron demoradas en la fiscalía por el caso son familiares de Lencina» y en que el primer allanamiento que hizo la policía «se concretó en la casa del Jorobado», siguiendo el rastro de los perros adiestrados de la fuerza de seguridad.

En base a esa sospecha, Rodríguez Allende adelantó que pedirá al jefe de policía de Entre Ríos, Ernesto Geuna, que designe una custodia especial para la familia Sigura.

En tanto, el fiscal federal de Paraná, Ricardo Alvarez, liberó ayer por falta de pruebas a tres hombres y tres mujeres que habían sido demorados por el caso, entre ellos una chica de 16 años de quien se sospechaba podría ser la joven que se comunicó por primera vez con la madre de Fernanda para reclamar el rescate.

Esa adolescente no fue reconocida por el propietario del locutorio desde donde se efectuaron los llamados extorsivos.

«No recuerdo quién pudo haber realizado los llamados porque al local entra mucha gente y no puedo reconocer a todos», declaró el dueño del locutorio.

La policía reanudó la búsqueda de Fernanda, pero no se produjeron hallazgos relevantes para la causa.