Crecen las roturas en las veredas de Cipolletti

Los vecinos reclaman. Weretilneck reconoció que deben encarar algún proyecto desde Obras Públicas

CIPOLLETTI (AC).- Cada vez se hace más difícil caminar por las veredas de la ciudad. Tanto en el centro como en los barrios los desniveles y las roturas significan un riesgo para los peatones. Los más perjudicados, sin duda, son los discapacitados motrices, que en muchos sectores directamente no pueden desplazarse.

Ayer el intendente Alberto Weretilneck reconoció que deben hacer algo al respecto. No descartó que desde Obras Públicas del municipio se encare algún proyecto teniendo en cuenta que está visto que los vecinos no arreglan las aceras o no las construyen, pese a las multas previstas. «Parecería ser que no alcanza (la multa). En algún momento con Obras Públicas vamos a tener que tomar una actitud con respecto a esto. Creo que la ciudad la vamos ordenando en un montón de cosas y no precisamente en esto», reconoció ayer Weretilneck.

La problemática se viene denunciando desde hace años. Sobre todo desde el Consejo del Discapacitado, teniendo en cuenta que el mal estado de las veredas signi

fica que muchas personas con problemas motrices no puedan recorrer su ciudad o acceder a edificios públicos. De hecho, a escasos metros del municipio comienzan las imperfecciones, que se incrementan y profundizan cerca de la comisaría Cuarta.

Son apenas ejemplos. Porque en realidad toda la ciudad luce igual. En algunos casos faltan baldosas o están partidas, en otros los desniveles son realmente peligrosos. En muchos casos las raíces de los árboles han hecho desastres.

«Hay personas que seguramente no pueden arreglar las veredas porque apenas les alcanza para vivir, pero otros no lo hacen por dejados», se quejó una mujer mayor que se desplazaba ayer por la calle Roca. Para los discapacitados (tanto motrices como visuales), ancianos y también para las madres que quieren pasear a sus bebés en cochecito es realmente un riesgo el estado de las aceras de la ciudad.

Es cierto que en otras ciudades se ven paisajes bastante parecidos a los que muestran el centro y los barrios de Cipolletti, «pero no es excusa como para no encarar algún proyecto que permita revertir esta situación», coincidieron ayer algunos vecinos.

Si las multas previstas para los infractores no alcanzan, como dijo Weretilneck, es evidente que «algo hay que hacer». Ya en una ocasión se propuso que el municipio podría lanzar un plan para ayudar a quienes no pueden mejorar sus veredas, y exigirles el arreglo a quienes pueden repararlas y no lo hacen.

«Tienen que impulsar algún cambio. Y si lo hacen, podrían aprovechar para unificar las veredas. Ahora cada uno pone cualquier cosa y parece un cambalache. Sobre todo en el centro quedaría lindo que el tipo de baldosas que se coloque sea igual, con el mismo color», comentó Julio, un vecino del centro.


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