Crecen los delitos en Rincón y los vecinos protestan

RINCON DE LOS SAUCES (ARS).- La falta de efectivos policiales y medios para la policía genera nuevamente fuertes reclamos entre vecinos de Rincón.

La ola de inseguridad llegó a niveles insospechados para la pequeña población de 13.000 habitantes. Robos a mano armada, amenazas agravadas y vandalismo, forman parte de la historia cotidiana rinconense.

Todas las noches se producen novedades delictivas y el nivel de desconfianza en la policía provocó que sólo una franja de damnificados radique las denuncias.

En diálogo con este diario, vecinos afectados por la sucesión de robos menores dijeron que «poner la denuncia o no es lo mismo, porque las cosas rara vez aparecen».

«Es mejor no meter a la policía porque encima que no da resultado quedamos a merced de los Juzgados que te llaman para nada. Es una pérdida de tiempo», opinaron.

El propio comisario, Oscar Catalán, manifestó en un medio local que «los uniformados no alcanzan para custodiar toda la ciudad como corresponde».

Por su parte, el ministro de Gobierno, Educación y Justicia, Jorge Gorosito, aseguró que «para el 1 de enero estarán en condiciones de incorporarse a la policía 300 nuevos agentes y las comisarías con más necesidades serán las primeras en recibir personal». Esto hace prever que hasta la fecha anunciada por el funcionario, la comunidad convivirá con malhechores que caminan impunemente por las calles de Rincón.

Al mismo tiempo, un alto porcentaje de los últimos efectivos trasladados a la comisaría 35, viven en condiciones casi infrahumanas.

En éste sentido, la Cámara de Comercio, Industria y Afines de la localidad, junto al intendente Omar Rueda, intentarán colocar en hoteles a los eventuales uniformados que lleguen y suministrarles alimentos, todo por cuenta de la entidad comercial.

Los casos de violencia no sólo se generan de noche. A plena luz del día, niños de 10 años de la Escuela 300 fueron amenazados con un arma blanca por otro menor como medida extorsiva para quitarle relojes y hasta figuritas de colección. Esta situación se produjo a metros del colegio.

La directora del establecimiento, Vilma Román, informó que «tuvimos que pedir custodia para uno de los chicos para que llegue sin problemas a su casa».

En tanto, Antonio Gil, el padre de uno de los menores amenazados, manifestó que «la policía debe endurecerse con algunas situaciones delictivas».

Por su parte, algunos comerciantes del centro y zonas periféricas, no tuvieron más remedio que bajar las persianas horas antes de lo normal.

En noches de «caras extrañas» algunos cierran hasta dos horas antes del horario habitual de atención.

Otros optaron por sacar a las mujeres de atrás de los mostradores.