Crecen los envíos a México y las proyecciones son «alentadoras»

CIPOLLETTI (AC).- El año pasado México abrió sus puertas por primera vez a la fruta valletana. La experiencia fue considerada como una especie de «prueba piloto», porque fueron muy pocos los bultos enviados. Pero ahora la propuesta se repite, y crece. «La estimación es de 1.000 pallets entre peras y manzanas», reveló José Antonio Gonger, técnico que representa al área de Sanidad Vegetal del Ministerio de Agricultura de México.

Si bien las cantidades no son significativas si se las compara con los envíos a otros mercados, quienes analizan la situación que se dio con el comienzo de las exportaciones a Estados Unidos, señalan que «las proyecciones son alentadoras».

También Gonger le dijo a «Río Negro» en su visita a la zona, que personalmente considera que la producción de la región «puede tener perspectivas».

El técnico mexicano vino al Valle para inspeccionar los pasos que exige su país para que la fruta pueda ser exportada. En su visita, observó cómo se guardaron las peras y manzanas en las cámaras frigoríficas para someterlas a un proceso de frío durante cuarenta días. Cumplida esta fecha, volverá para realizar los controles entomológicos que definirán finalmente el embarque.

Este año, según dijo, los alrededor de 1.000 pallets que se enviarán «irán todos en un mismo buque».

Si bien en principio es la pera la que despierta mayor interés, también la manzana está encontrando en México un espacio más de colocación. Las variedades rojas como la «Red Delicious» y la «Starkrimson» son las que se asentaron entre las preferencias.

«Yo no puedo hablar por mis paisanos, pero le puedo hablar por mí mismo. He probado manzanas de diferentes países, y me llamó la atención cuando probé una Red de una empacadora de Roca. Es la primera vez que me ocurre que me queda en los dedos la sensación de tener las manos pegajosas, como cuando uno agarra una sustancia con mucha azúcar. Es una manzana muy dulce, con un sabor diferente de la de otros países», expresó el técnico de México.

Según dijo, para su gusto «y tal vez puede ser un gusto muy general en los mexicanos», es muy probable que tenga aceptación en el sabor. «Es muy buena, muy sabrosa», enfatizó.

Por lo poco que pudo observar Gonger de la fruta que se guardó en los frigoríficos y que irá con destino a su país, manifestó que es «fruta muy limpia, con poco o ningún daño de plagas». Sin embargo, aclaró que habrá que esperar al momento en que se abran las cámaras frigoríficas y se realice la inspección entomológica en detalle.

México, al igual que Estados Unidos, tiene un listado de plagas consideradas cuarentenarias. Por eso exige controles y tratamientos especiales de preembarque. La mosca del Mediterráneo, por ejemplo, es uno de los insectos que son sinónimo de rechazo para el país azteca.

Pero no sucede lo mismo con la carpocapsa. Gonger expresó que no tienen medidas cuarentenarias para esta plaga, aunque sí condicionamientos en porcentaje. «En carpocapsa, como otras plagas secundarias que pueden aparecer, hay un 5% de tolerancia», indicó.

También ponen sus límites en cuanto a residuos vegetales y de suelo. En una caja de manzanas, por ejemplo, no puede haber más de 5 hojas; y en una de peras no más de 10.

Las gestiones entre el sector público y privado para llegar a México comenzaron hace algunos unos años. Pero recién se concretó el primer envío el año anterior. Según reveló el gerente de Fiscalización de la Secretaría de Fruticultura, Jorge Chiófalo, en la temporada pasada salieron con destino a ese país 27.000 bultos, de los cuales 4.100 correspondían a manzanas. Este año, los 1.000 pallets entre peras y manzanas, «significarían unos 50.000 bultos».

«Esto habla de un incremento en relación con la temporada anterior», enfatizó el funcionario.

Chiófalo se mostró optimista por los resultados y manifestó que «frente a las limitaciones que tenemos respecto de Europa y particularmente del Brasil, sin lugar a dudas esta alternativa hay que alentarla, fortalecerla y en la medida de lo posible habrá que incrementar este tipo de exportaciones».

Son estrictos los controles entomológicos

Los mecanismos de control que exige el mercado mexicano son similares a los que impuso hace años Estados Unidos. Sólo que para el país azteca hay otras plagas cuarentenarias y condiciones sobre los restos vegetales.

Jorge Chiófalo, gerente de Fiscalización de la Secretaría de Fruticultura, explicó que tanto para los envíos a Estados Unidos como a México, los técnicos del servicio de fiscalización deben realizar un muestreo en los galpones de empaque. Estas muestras de la fruta que se quiere exportar son revisadas luego en la Delegación Agrícola de Regina.

«Para México hay un estricto control en lo que hace a restos vegetales o presencia de hojas, y por supuesto también en lo que hace al listado de plagas cuarentenarias propias de México», enfatizó el funcionario.

En algunos casos, hay coincidencias con las plagas que aparecen en el listado de Estados Unidos. El resto, son plagas características del país.

Esta fruta queda en tratamiento cuarentenario en un frigorífico de Regina. Después de estos cuarenta días, se realiza la inspección entomológica en la Delegación Agrícola de esa ciudad, también con personal dependiente de la Secretaría de Fruticultura.

Una vez que pasa esta etapa, recién la fruta está en condiciones de ser embarcada. Se estima que transcurren entre 45 y 60 días.

Esta actividad genera un costo similar al que se realiza para los envíos a Estados Unidos, pero «evidentemente hay una rentabilidad que permite llevarlo adelante», manifestó Chiófalo.

(AC)

EE. UU., un gran destino

Los operativos a Estados Unidos comenzaron en el «83 con un total de 63.573 bultos solamente de manzanas. Luego se fue incorporando de manera asombrosa la pera e incrementando el total de envíos, hasta llegar al año pasado con alrededor de 2.500.000 bultos de peras y 170.000 de manzanas.

Por eso, quienes analizan el comienzo de estas exportaciones y la realidad actual, son optimistas cuando hacen proyecciones a futuro con México. «Si se empezó con poca cantidad a EE.UU. y hoy ese país figura como un mercado importante, es posible que suceda lo mismo con México», dicen.

Los envíos de manzanas a Estados Unidos fueron fluctuando. En el «83 salieron 63.573 cajas, en el «84 bajó a 8.125, pero ya en el «85 empezó el ascenso. Ese año se registraron 74.817 bultos, el siguiente 96.834 y en el «87 fueron 492.968 cajas. El «88 anotó un envío de manzanas de 409.824 bultos, el «89 fue con 833.076, el «90 con 300.405, el «91 con 225.995, el «92 con 354.850, el «93 con 53.417, el «94 con 70.217, el «95 con 180.432, el «96 con 155.098, el «97 con 111.916, el «98 con 66.548 y el «99 con unos 173.000 bultos. (AC)


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