Crecen los reclamos para que mejore la oferta a los bonistas

El pago del vencimiento de 3.100 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) fue evaluado ayer de manera positiva por la mayor parte de los economistas, aunque advirtieron que una mejora en la relación con el Directorio del organismo sólo sucederá con una mejora en la oferta a los acreedores privados.

El ex ejecutivo del FMI Claudio Loser sostuvo que «habrá menor oposición» en el Directorio del organismo a la hora de aprobar la segunda revisión. Sin embargo, evaluó que «el gobierno argentino jugó esto demasiado hasta último momento», y consideró que «la Argentina no puede pasar cada tres meses por un proceso así de desgastador poniendo nerviosos a los mercados internos y a los propios argentinos».

«Es muy malo para la Argentina hacer esto en forma seguida», advirtió el ex hombre del Fondo, al tiempo que consideró que de aquí en adelante «evidentemente tiene que haber progreso en la deuda privada», y afirmó que «en este momento hay señales de que se quiere trabajar».

Por ello, estimó que «va a haber menos votos en contra» en el directorio del Fondo para aprobar la segunda revisión, en comparación con la primera realizada hace tres meses, y concluyó que «no va a haber problemas de aprobación».

Sobre la posición que adoptará cada país, pronosticó que «Inglaterra y Japón» volverá a votar a favor de la Argentina, en tanto que la posición de «Italia dependerá de las condiciones políticas internas».

En tanto, el ex presidente del Banco Central y actual director del Banco de Inglaterra, Mario Blejer, estimó que «a la larga habrá una mayoría» que adhiera al plan propuesto por Argentina. De todos modos, Blejer remarcó que «hasta que no se ponga la oferta de manera concreta sobre la mesa, será muy difícil saber cómo mejorarla».

Por su parte, el líder de Recrear, Ricardo López Murphy, consideró «apropiado» que el Gobierno haya decidido pagar, y opinó que toda la «retórica» previa a esta determinación «no sirvió para nada».

Celebró que Kirchner haya ordenado ese giro y no le haya hecho «caso» al dirigente piquetero Raúl Castells.

«Se hizo lo que a mí me parece apropiado y no se le hizo caso a Castells, (aunque) yo hubiera preferido menos palabras y más cosas sustanciales porque el país estuvo 15 días discutiendo cosas que no tienen nada que ver con lo que pasó».

Nota asociada: El acuerdo exige reformas fiscales, bancarias y en el área de servicios públicos  

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