Creen que la joven Otoño se fue contra su voluntad

La chica fue vista por última vez cerca de la medianoche del lunes y desde entonces no aparece. Tiene un celular que, al menos hasta anoche, no había respondido. Hay preocupación.

FERNANDEZ ORO (AC).- Se despidió de su novio en el acceso principal de la ciudad y empezó a caminar con su mochila por la ciclovía. Eran las 23,30 del lunes. Una pareja que la conocía la vio muy cerca de allí, cuando estaba próxima al puente que conduce a la calle Kennedy. «Mirá Otoño, la hora que es y dónde anda», le dijo la mujer a su marido.

Otoño Uriarte estaba a unos 100 metros de la casa donde había dejado su bicicleta y supuestamente desde allí se iba a ir pedaleando a su casa, en la sección chacras. Pero nunca retiró la bici. Y nunca llegó a reunirse con su familiares.

Desde el lunes a la medianoche nadie sabe nada de esta joven de 16 años a quien todos consideran «buena, estudiosa» y que es intensamente buscada en Fernández Oro y la región.

Los perros de la Policía de Neuquén volvieron a realizar un rastrillaje ayer por la mañana, pero no consiguieron seguir ninguna pista concreta. El rastro se pierde cerca del puente donde la vieron por última vez. Es por eso que una de las hipótesis que evaluaban ayer los investigadores es que Otoño «pudo haber subido a un vehículo». Y si esto ocurrió, tanto los amigos como los familiares aseguran que tiene que haber sido «contra su voluntad».

«Ella jamás haría una cosa así pensando que podía causar tanta conmoción; es una chica re ubicada, muy madura para la edad», dijo Silvia Uriarte, su tía. Y hay datos concretos que avalan que no programó ninguna fuga de su hogar: no falta su ropa ni tampoco se llevó sus documentos.

Fernández Oro, la ciudad que la recibió junto a su familia hace unos cinco años, empezó a movilizarse con mayor intensidad el martes por la noche, siguió durante la madrugada de ayer y aún con mayor fuerza durante el día.

Sus compañeros difundieron afiches con la foto hasta en localidades cercanas, algunos vecinos ofrecieron vehículos y otros su tiempo, con el fin de colaborar con la policía y sumarse a una búsqueda que reunió a unos 200 uniformados de distintas unidades policiales de la región.

El rastrillaje se hizo por todos lados. En la zona rural, cerca de la chacra de la joven, en la ciudad, en las bardas, en desagües y canales y en las localidades vecinas, especialmente en los límites de Fernández Oro con Allen y Cipolletti. Nada surgió.

Pese a esa presunción de que pudo haber subido a un vehículo, «no se descarta ninguna hipótesis en la investigación», aseguró el comisario Ives Vallejos. El desconcierto es grande. Su novio, un adolescente también de 16 años como ella, no pudo aportar ningún otro dato. La certeza es que estuvo con él tiempo antes de la desaparición y que no se fue con él ni con ningún otro conocido de la familia.

«La tienen que haber obligado. Tiene que haberse ido contra su voluntad», insisten sus más allegados. Aseguran que Otoño tampoco tenía problemas serios en el núcleo familiar que la motivaran a huir de la casa.

Es por eso que las horas suman desesperación en los familiares, amigos y vecinos en general, que no abandonan el contacto con la policía. Todos quieren saber qué pasa, qué novedades hay. Y lamentablemente cada vez que se acercan a la comisaría de la ciudad muy poca información se pueden llevar. Porque Otoño, no aparece.


Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora