Criar sin violencia (y dar el ejemplo)

Uno de cada dos padres reconoce usar la violencia física para criar o disciplinar a sus hijos. Qué hacer y cómo actuar.

“A veces mi papá me dice: ‘no seas boludito’. ¿Eso es maltratar?”, pregunta, temeroso, Agustín, frente a su maestra. “¡Y sí!”, responde Julieta, sentada cerca del vidrio de un cuarto grado de una escuela de la zona. Debe tener 9. “A mí me dicen a veces que soy tonta porque me repiten cien veces lo mismo. Mi mamá piensa que no entiendo, pero yo me hago la que no la escucho para que no me joda”.

“Cuando me porto mal, en mi casa me gritan y me empiezan a amenazar. Que me quedo sin tablet, que le diga chau a la compu… pero después se olvidan. Si me las mando, mandadas, ahí no. Derecho para la pieza me mandan y ni siquiera me dejan ver tele”, agrega el hermano mayor de la nena.

Ceci mira de reojo, escucha la pregunta “¿qué es maltrato para vos?” y parece no saber si decirlo o no decirlo, pero lo suelta: “¿Y qué? Yo cada tanto me ligo un chancletazo de mi mamá. Mi papá también a veces me grita, pero como él no está nunca, ni se entera de lo que pasa. Todo el día trabaja y cuando llega come y se duerme o mira tele…”.

Todo esto lo despertó, días atrás, una breve pregunta que surgió a través de una valiosa cruzada que impulsa un supermercado, en alianza con Unicef Argentina, por una “Crianza sin violencia, enseñemos con el ejemplo”.

Algunos chiquitos (a los que se le preguntó) opinaron. ¿En tu casa sentís que hay maltrato?

Se estima que en Argentina, el 46,4% de los padres reconoce utilizar la violencia física para criar o disciplinar a sus hijos, según los datos estadísticos que difundió Unicef.

Por los derechos

La iniciativa -que se da a conocer a través de explicativos y claros folletos, redes y actividades- hace foco en la importancia de fomentar una “Crianza Sin Violencia”.

Apunta a la promoción y protección de los derechos universales de las niñas, niños y adolescentes.

El castigo físico y las humillaciones verbales tienen consecuencias físicas, psicológicas y sociales en los niños y niñas que generan, según los especialistas: baja autoestima y trastornos en la identidad; sentimientos de soledad y abandono, ansiedad, angustia y depresión; alteraciones en el proceso de aprendizaje y exclusión al diálogo.

“Poner límites es enseñarles qué es lo que está bien y qué es lo que está mal, y permitirles desarrollar la capacidad de ajustarse inteligentemente a las normas”, aclaran.

Las actividades que se desarrollan en todo el país buscan concientizar sobre el concepto de que “ninguna forma de violencia contra los niños y las niñas es justificable, y toda forma de violencia es prevenible”.

– ¿Qué es maltrato?

– Decirle malas cosas a algunos y pegar a alguien. En las casas los papás retan y gritan a los hijos.

(R. 8 años)

“No me gusta que me reten y tampoco que me peguen. Y que me tiren el pelo…”

(E. 5 años)

En números

Algunos consejos

que pueden ayudar

Los golpes no enseñan, generan temor y miedo.

Aunque muchos creen que insultar no es lo mismo que golpear, las palabras fuertes y humillantes pueden generar los mismos sentimientos de dolor emocional, frustración e impotencia que el castigo físico.

Escucharlos, los niños son personas en desarrollo y por eso requieren una atención y protección especial.

Recordar que muchas veces el mal comportamiento es una forma de llamar la atención a los adultos.

“Ellos dicen que los chicos hacen lío, que no hacen caso, pero no hace falta que griten para todo…”.

(T. 7 años)

césar izza