Cristina: de Macri a Peralta, pasando por el Vaticano

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo ayer cruces dialécticos con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, por las arboledas de Capital, con el gobernador santacruceño Carlos Peralta por las cuentas provinciales y finalmente, hasta jugó con influir en el Vaticano. “Decí que no hay papisa, si no… “ le dijo a un sacerdote local. La presidenta Cristina Fernández embistió , sin mencionarlos, contra Peralta y Macri al advertirles que “los que se quejan no merecerían ser gobierno ni acá ni en ninguna parte”. “Si se quejan los gobernantes qué le queda a la gente”, planteó la primera mandataria en El Calafate, desde donde –con ironía– sostuvo que “hace más de 10 años que (Néstor Kirchner) no gobierna Santa Cruz, ¿cómo se nota, no?” Cristina Fernández y remarcó que “solamente pelean los que no tienen motivos para trabajar o no saben trabajar”. Para criticar a Macri, la presidenta aprovechó la polémica por el trasplante de árboles de la 9 de Julio para poner en marcha el Metrobús y advirtió que, aunque se realice una obra pública, “los árboles son sagrados, no se tocan. Por lo menos, acá en El Calafate, sobre mi cadáver”, remarcó. Cristina Fernández bromeó con el lugar que quedará vacante con la renuncia del papa Benedicto XVI a partir del 28 de febrero. La mandataria manifestó que “no hay que confundir jerarquías con Iglesia” y sentenció: “Todos somos la Iglesia. Está en cada uno de nosotros”. “Mirá, Lito (en referencia a Carlos “Lito” Álvarez, sacerdote de El Calafate), decí que no hay papisa, si no te estoy disputando algún lugar”, exclamó entre risas la jefa de Estado. Desde el macrismo le recordaron a la presidenta que para construir Tecnópolis su gobierno “destruyó un parque de 800 metros cuadrados que tenía 500 árboles”, mientras el gobernador Peralta le retrucó: “Reclamar lo justo no es quejarse. Los gobiernos deben reclamar lo necesario para el bienestar de toda una población”, dijo el gobernador.