Cristina Kirchner deja el gobierno pero no el poder

Eligió a la mayoría de los candidatos, incluido su hijo.

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BUENOS AIRES.- La decisión de la presidenta, Cristina Fernández, de no postularse en las elecciones nacionales no significa que tenga pensado dejar el poder político. Pese a diferentes especulaciones, su nombre estuvo ausente en las listas de postulantes a cargos ejecutivos y legislativos que competirán en las primarias del 9 de agosto. Durante meses, la oposición y medios de prensa especularon con la posibilidad de que intentara buscar un lugar en el Parlamento del Mercosur (Parlasur) después del 10 de diciembre. El objetivo de esa eventual candidatura: lograr fueros legislativos que impidieran, una vez afuera del gobierno, que la Justicia pudiera alcanzarla con investigaciones de presuntas irregularidades en su gestión. Sin embargo, la lista de postulantes kirchneristas al Parlasur no incluyó su nombre. Pero que CFK deje la presidencia en poco menos de seis meses no significa que también renuncia a su influencia política en el país. La jefa de Estado designó personalmente a la gran mayoría de quienes competirán por una banca legislativa en las próximas primarias, con el relevante detalle de que uno de los candidatos a diputado nacional será su hijo mayor, Máximo, en representación de la provincia patagónica de Santa Cruz, tierra natal de su padre, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner. De lograrlo, Máximo Kirchner no llegará solo al Congreso sino que, seguramente, lo hará acompañado por al menos una veintena de dirigentes que militan en la agrupación política que fundó en 2006 con el nombre de “La Cámpora”. El ministro de Economía, Axel Kicillof, el secretario general de “La Cámpora”, Andrés “Cuervo” Larroque, y el jefe de Gabinete, Eduardo “Wado” De Pedro, son algunos de los nombres más relevantes elegidos para intentar sumarse a la próxima conformación de la Cámara de Diputados. La influencia de la mandataria en las decisiones electorales ya quedó en evidencia el martes pasado cuando acordó que el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini –en el gobierno desde los comienzos del kirchnerismo, hace 12 años– integre la fórmula presidencial como candidato a vicepresidente de Daniel Scioli, el actual gobernador bonaerense. Kirchner no solo promovió la presencia de Zannini en la dupla presidencial sino que también puso fin a las aspiraciones electorales de su ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, que buscó ser el adversario de Scioli en las PASO en representación del kirchnerismo “más puro”. “La apuesta de Cristina muestra una visión histórica en la que las ventajas inmediatas y el trapicheo electoral se insertan en una construcción de largo plazo”, escribió ayer el periodista Horacio Verbitsky en el diario “Página/12”, cercano al gobierno. Joaquín Morales Solá, editorialista del diario “La Nación”, crítico de la gestión kirchnerista, apuntó que la presidenta “nunca será oficialista de oficialismos ajenos” y que su poder de cara al futuro “está acampando en el Parlamento” con la presencia en las listas de dirigentes de su confianza. Tras ocho años de gestión (o doce, si se suman los cuatro de la presidencia de su esposo, Néstor Kirchner), la jefa de Estado dejará el gobierno, aunque en otros ámbitos políticos del país mantendrá el poder. (DPA/AFP)


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