Cristina misma buscó que Verani cambie su voto
La presidenta llamó ayer al senador, quien se mantuvo en su disidencia. Antes lo intentó Saiz y hubo una fallida comunicación de Kirchner.
Hay desesperación en el oficialismo por llegar al número en Senadores que le permita imponer su proyecto de retenciones móviles. Que la propia presidenta Cristina Fernández y su esposo Néstor Kirchner se encargaran personalmente de los llamados para buscar disuadir posiciones disidentes o indecisas habla de esa ansiedad y preocupación de no alcanzar adherentes.
Ayer, la máxima cima del poder apuntó al rionegrino Pablo Verani. El objetivo: reproducir la «borocotización» exitosa de sus coterráneos Arriaga, Rossi y Cuevas.
No obstante, ni la propia Cristina logró convencer al senador y ex gobernador para que vote el proyecto oficial para las retenciones.
Con un «no señora» -manifestado suavemente y sostenido con argumentos- Verani resistió ayer a media mañana la operación de seducción de la presidenta.
-Lo lamento, Cristina… Yo no estoy de acuerdo con los contenidos de la iniciativa del gobierno. No vea en esto una postura carente de fundamento, de racionalidad. Simplemente se trata de una posición que no es nueva en mí, ya que fijé posición crítica ni bien se conoció la iniciativa. Por lo demás, presidenta, tengo presentado ante la Cámara un proyecto propio sobre este tema, proyecto que pertenece también a la senadora Suárez y proyecto que vamos a defender. Quiero ser absolutamente sincero, presidenta: ésta es mi posición -le dijo Verani a Cristina.
Las agujas del reloj que tiene en el despacho el senador orillaban las 10 de la mañana.
No fue el único llamado.
Primero fue una comunicación del gobernador Miguel Saiz a Verani. Se concretó el miércoles cerca de las 21.
-Pablo, creo que deberías considerar la posibilidad de respaldar al gobierno nacional… Respeto tu postura, sólo te pido que evalúes si no la podés hacer conciliar con la del Ejecutivo -fue lo que en síntesis le dijo Saiz.
Y Verani se mantuvo en sus trece.
El segundo intento fue de Néstor Kirchner. La pésima relación que desde tiempos bíblicos Verani mantiene con la tecnología -celular sin batería para el caso- impidió el contacto. Era alrededor de las 23. Recién sobre el filo del inicio de la madrugada, el ex gobernador supo del llamado de Kirchner, que para esa hora posiblemente dormía.
Entonces, ayer llamó la presidenta.
Toda esta información la conoció ayer «Río Negro» vía fuentes de primer rango en el círculo más inmediato al ex gobernador, y ratificada en términos directos por un plano importante de la dirigencia K en el Senado:
-Pablo se resiste, sigue resistiéndose -dijeron.
A juzgar de las fuentes, el diálogo entre la presidenta y Verani fue amable, manteniendo estilos, pero directo. Con mucho tacto, ella deslizó lo que bien podría sintetizarse como: «Necesitamos de su respaldo, senador», y fundamentó razones. Él la escuchó pero, siempre desde la buena relación que mantienen, le dijo que no estaba de acuerdo con el proyecto oficial de las retenciones móviles.
No debe descartarse que la misma gestión de máximo nivel -no conocida en la negociación de Diputados- haya sido intentada con otros senadores en las últimas horas.
CARLOS TORRENGO
carlostorrengo@hotmail.com
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