Cristina recibió la visita de niños en la Casa de Gobierno

La jefa de Estado estuvo con Agustín, un chico pidió conocerla, y a una nieta de personas desaparecidas. Reclamó “distinguir entre la vida real y la tele”.

Argentina

La presidenta Cristina Fernández recibió hoy a un niño que quería conocerla y a una nieta de personas desaparecidas que recolecta dinero para comprar netbooks para escuelas públicas, y reclamó “distinguir” entre la “vida real” y la “televisión”.

La Jefa de Estado recibió a Agustín al mediodía en la Casa de Gobierno, como había anunciado a través de la red social Twitter.

El niño concurrió el sábado al acto en Plaza de Mayo y pidió verla en persona y no sólo a través de las imágenes televisivas.

“Agustín, que no debe llegar a los cuatro años, distingue perfectamente, entre la vida real y la tele. Qué notable ¿No? Hay algunos que no se dan cuenta de la diferencia durante toda su vida. Una lástima, no saben lo que se pierden”, comparó la mandataria.

La jefa de Estado también recibió a Mara, de 6 años y nieta de desaparecidos, quien le envió una carta para poder verla, y que, según refirió, “vende dibujitos a sus compañeros” de colegio porque quiere “comprar compus” que se entregan en los colegios.

Ambos la acompañaron luego a un acto en el Museo del Bicentenario.

En el acto, la jefa de Estado aprovechó la visita de Agustín para resaltar que la familia también es clave para “moldear la cultura” de una persona, y le dijo: “Saltaste a la fama; cuando me mostraron el video y él zapateaba en el suelo me mató”.

“Lo que más me gustó fue cuando dijo que me quería ver en la vida real. Y el padre quería tratar de convencerlo de que por la tele era lo mismo. íDecime si eso no es cultura!”, exclamó la mandataria.

“La familia también te moldea. La familia también tiene una gran responsabilidad. Yo me crié en un hogar de laburantes, en donde había que cumplir horarios y romperse el alma para hacer las cosas”, exaltó.

Por otra parte, destacó que Mara le envió una carta a través del secretario Carlos Zanini, por la cual le acercó una carta con dinero, ya que pretendía aportar dinero para las netbooks escolares que distribuye el Gobierno, con dibujos que vendía a sus compañeritos.

“Cuando veo el dibujo, son tres militares presos. Es lo que ella dibuja porque tiene su abuelita desaparecida. Y yo le propuse ser su abuelita, ya que estoy a punto… Pero bueno, mejor no digo nada”, confesó la mandataria, quien espera un nieto de su hijo Máximo Kirchner y Rocío García.

Previamente, por Twitter, la Presidenta escribió: “El domingo por la tarde alguien me dice: Dra. ¿vio el video del nene que la quiere ver? ¿De qué me hablás? Miro la pantalla de la compu y aparece Agustín. Campera azul. Super abrigado. Chiquito. Terco. Adorable”.

Añadió que el chico dijo querer verla “en la vida real” y que, como el padre le dijo que era imposible porque había mucha gente, el chico insistió: “Qué me importa, yo la quiero ver igual. No la quiero ver en la tele la quiero ver en la vida real”.

“Pido que por favor averigüen si pueden comunicarse con el padre. Positivo. Hoy Agustín me ve en la vida real antes de la inauguración al mediodía de la Bienal de Venecia desde el museo del Bicentenario, también en tiempo real”, señaló.

Respecto de Mara, refirió que “el pasado viernes (Carlos, secretario e Legal y Técnica) Zanini habló en la cena que había organizado H.I.J.O.S . Eran más de 700. Habían venido de todo el país, también para el acto del 25 de Mayo: El de la década ganada, entre ellos estaba Mara”.

“Mara me había escuchado en un discurso en el que decía que las netbooks las comprábamos con el aporte de los trabajadores. Lo encaró a Carlos y le dijo: ¿Vos la ves a Cristina? Dale este dibujo mío y este dinero que lo junté para que pueda seguir comprando las nets”, twiteó.

“Carlos me cuenta que Mara vende sus dibujitos a sus compañeritos para juntar plata para las compus. Con la carta de Mara, además del dibujo vienen un poco más de treinta pesos en billetes muy ajados de 2$ de 5$ y monedas. El dibujo de Mara, nieta de desaparecidos, son tres personas presas tras las rejas. Casi me largo a llorar”, confesó.

Finalmente, dijo que la embargó esa emoción “por Agustín que por suerte no confunde la vida real con la TV. Por Mara que nunca conoció a sus abuelos pero quiere ayudar a comprar netbooks. Ellos dos solos bien valen toda la década”.

DyN


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