Crueldad sin límite en un robo en Bariloche

Atacaron a un matrimonio, sus dos hijas y dos amigas de las chicas en una casa del barrio Antú Hué. Se llevaron un auto, plata y cosas de valor. Simularon fusilamientos a las menores.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un domicilio ubicado en el interior de un barrio privado cercano al camino de acceso a la cima del Cerro Otto fue asaltado por una banda de cinco delincuentes que mantuvieron sometidos y maniatados a sus ocupantes durante casi una hora. Los asaltantes maltrataron con crueldad a los miembros de la familia y a sus ocasionales acompañantes y escaparon después de llevarse unos 20 mil pesos en efectivo, 300 dólares y elementos electrónicos. Según confirmó el jefe de la Comisaría 28, Osvaldo Adrián Tellería, el hecho ocurrió el viernes por la noche en la vivienda de la familia Argerich, situada en el barrio privado Antú Hué, un complejo ubicado cerca del kilómetro 1 de la ruta del Faldeo, en un lugar apenas transitado y con vecinos distanciados entre sí, rodeado de un cerco perimetral que no alcanzó para garantizar la seguridad de sus habitantes. Aproximadamente a las 20 cinco delincuentes armados que se ocultaban entre el frondoso pinar y los recipientes de residuos sorprendieron a la mujer cuando llegaba a su casa con dos hijas adolescentes, de 13 y 14 años, y dos amigas de éstas de la misma edad y la obligaron a ingresar al domicilio, donde ya estaba su esposo. Allí comenzó una interminable sesión de amenazas, golpes y simulacros de ejecución, que se prolongó durante una hora, porque insistían en que debía haber más dinero en la vivienda. Los delincuentes maniataron a la pareja y a las cuatro adolescentes y comenzaron a golpear al hombre con desmedida crueldad, en el rostro, la cabeza y el cuerpo. Para agredirlo usaron sus armas de fuego, una botella y además puñetazos y puntapiés, con ánimo de que revele dónde guardaba una suma de dinero que presuntamente el hombre atesoraba para pagar los sueldos en su empresa. Tormento Mientras unos golpeaban al hombre y concretaban el macabro juego de la “ruleta rusa”, haciendo girar el tambor de un revólver y accionando el gatillo en dirección a alguna de las menores de edad, otros se dedicaban a reunir al menos tres notebooks, un Ipod y varios teléfonos celulares, entre otros elementos de valor. Según describió el jefe policial, el calvario incluyó que a una de las menores de edad le colocaran el caño de un revólver en la boca, como amenaza de fusilamiento. Así permanecieron en la vivienda durante casi una hora, porque no quedaron satisfechos con el botín que habían logrado y, según proclamaban, tenían entendido que en la casa debían guardar una suma mucho mayor de dinero en efectivo. Los asaltantes finalmente cargaron su botín y escaparon en uno de los vehículos de la familia, dejando a las víctimas tan fuertemente atadas que tardaron más de media hora en liberarse. La primera en desatarse fue la esposa, quien pidió auxilio a sus vecinos más cercanos y a las 21:50 pudieron informar del hecho a la policía. Después se dirigieron al Sanatorio Del Sol para que atendieran por sus múltiples lesiones al dueño de casa y brindaran apoyo psicológico a las chicas. Las autoridades ubicaron pocas horas después el auto que abandonaron los delincuentes, y el personal del gabinete de Criminalística buscó huellas y evidencias que podrían conducir hasta los responsables del cruel asalto.


SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un domicilio ubicado en el interior de un barrio privado cercano al camino de acceso a la cima del Cerro Otto fue asaltado por una banda de cinco delincuentes que mantuvieron sometidos y maniatados a sus ocupantes durante casi una hora. Los asaltantes maltrataron con crueldad a los miembros de la familia y a sus ocasionales acompañantes y escaparon después de llevarse unos 20 mil pesos en efectivo, 300 dólares y elementos electrónicos. Según confirmó el jefe de la Comisaría 28, Osvaldo Adrián Tellería, el hecho ocurrió el viernes por la noche en la vivienda de la familia Argerich, situada en el barrio privado Antú Hué, un complejo ubicado cerca del kilómetro 1 de la ruta del Faldeo, en un lugar apenas transitado y con vecinos distanciados entre sí, rodeado de un cerco perimetral que no alcanzó para garantizar la seguridad de sus habitantes. Aproximadamente a las 20 cinco delincuentes armados que se ocultaban entre el frondoso pinar y los recipientes de residuos sorprendieron a la mujer cuando llegaba a su casa con dos hijas adolescentes, de 13 y 14 años, y dos amigas de éstas de la misma edad y la obligaron a ingresar al domicilio, donde ya estaba su esposo. Allí comenzó una interminable sesión de amenazas, golpes y simulacros de ejecución, que se prolongó durante una hora, porque insistían en que debía haber más dinero en la vivienda. Los delincuentes maniataron a la pareja y a las cuatro adolescentes y comenzaron a golpear al hombre con desmedida crueldad, en el rostro, la cabeza y el cuerpo. Para agredirlo usaron sus armas de fuego, una botella y además puñetazos y puntapiés, con ánimo de que revele dónde guardaba una suma de dinero que presuntamente el hombre atesoraba para pagar los sueldos en su empresa. Tormento Mientras unos golpeaban al hombre y concretaban el macabro juego de la “ruleta rusa”, haciendo girar el tambor de un revólver y accionando el gatillo en dirección a alguna de las menores de edad, otros se dedicaban a reunir al menos tres notebooks, un Ipod y varios teléfonos celulares, entre otros elementos de valor. Según describió el jefe policial, el calvario incluyó que a una de las menores de edad le colocaran el caño de un revólver en la boca, como amenaza de fusilamiento. Así permanecieron en la vivienda durante casi una hora, porque no quedaron satisfechos con el botín que habían logrado y, según proclamaban, tenían entendido que en la casa debían guardar una suma mucho mayor de dinero en efectivo. Los asaltantes finalmente cargaron su botín y escaparon en uno de los vehículos de la familia, dejando a las víctimas tan fuertemente atadas que tardaron más de media hora en liberarse. La primera en desatarse fue la esposa, quien pidió auxilio a sus vecinos más cercanos y a las 21:50 pudieron informar del hecho a la policía. Después se dirigieron al Sanatorio Del Sol para que atendieran por sus múltiples lesiones al dueño de casa y brindaran apoyo psicológico a las chicas. Las autoridades ubicaron pocas horas después el auto que abandonaron los delincuentes, y el personal del gabinete de Criminalística buscó huellas y evidencias que podrían conducir hasta los responsables del cruel asalto.

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