Cruzada personal

La del intendente de El Bolsón, Oscar Romera, ya parece una cruzada personal. Y los destinatarios de sus diatribas son siempre los mismos: los ministros del gobierno provincial. Crítico al extremo, el jefe comunal dice no estar solo en su postura: «otros intendentes piensan lo mismo» asegura. Mientras tanto aprovecha cada micrófono que le acercan para apelar a sus caballitos de batalla habituales: las críticas a las áreas de educación, salud, al IPPV…en fin, a todo el gobierno provincial.

Romera es vehemente e impulsivo. Sus discusiones con algunos concejales que le plantean oposición, son algo cotidiano, como sus salidas ingeniosas y de corte popular. «Todos saben que clase de pescado soy» le gusta decir.

Desde hace tiempo, no pierde oportunidad en criticar a distintas áreas del gobierno provincial, aunque en sus quejas, queda afuera el gobernador Saiz.

Sus blancos preferidos son los titulares de Educación, Salud, los funcionarios del IPPV y en privado, aseguran, también le apunta sus dardos al responsable de Coordinación.

El intendente dice sentirse acompañado en su pensamiento. «Voy a reunirme con intendentes del Alto Valle, que también tienen sus problemas y piensan igual que yo» señala, mientras emprende otro viaje, en su carácter de vicepresidente del Foro de Intendentes Rionegrinos.

¿Hay malestar generalizado entre los jefe comunales, como sugiere Romera?. Si es así, el gobierno provincial debería atender estos crecientes rumores, para brindar respuesta a los reclamos.

En el plano interno, el ejecutivo bolsonés, no las tiene todas consigo. Aun intenta digerir la novedad de la anulación de una ordenanza presentada para el otorgamiento de terrenos a un grupo de vecinos entre los que figuraba su esposa y la de un concejal. También se acerca el debate del presupuesto 2005, aunque no se esperan grandes cambios ni férrea oposición a los números presentados.

También, aunque de manera incipiente, comienza a instalarse en el seno comunal la futura interna radical para precandidatos a concejales, a pesar que aun está lejos la fecha de elección.

Si hubiera que hacerle caso a los rumores habría que pensar que cada día, se suma un aspirante nuevo que busca la anuencia de Romera y su beneplácito para lanzarse a la carrera electoral. Y eso, solo hablando del sector interno municipal. ¿Cuántos serán realmente los candidateables.

Mientras esto sucede, la gestión comunal sigue su marcha. El intendente Oscar Romera se muestra satisfecho de sus logros, molesto de los errores ajenos y alerta ante cualquier indicio que signifique la injerencia en la localidad de algún sector provincial, que pueda tener peso en la próxima interna partidaria que se avecina.

Fiel a su estilo, encara cada tema con pasión, aunque a veces parece que está inmerso en una cruzada personal «contra los molinos de viento» y eso le quita energías, aunque también le genera adhesiones, como asegura, «de otros intendentes que piensan como yo».

Julio Alvarez

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