«Cuando el Parlamento habla, el Ejecutivo calla»

Qué buena me pareció la frase, emitida por un noticiero extranjero, y qué apropiada para la reflexión en estos momentos preelectorales en nuestro país. En pocos días más elegiremos diputados que nos representen en el Congreso de la Nación, lo cual debería ser tan o más importante que la elección del presidente.

No obstante, en los sistemas presidencialistas como el nuestro, se observa más relevancia en la elección del «administrador» que en la de los representantes del «soberano». En un sistema en el que el equilibrio de poderes está bastante desequilibrado, se debería tener especial cuidado al emitir el voto que determine quiénes nos van a representar. «Nadie tiene el poder si otro no se lo reconoce». En nuestro país, el Ejecutivo pareciera tener más poder que el Legislativo y el Judicial cuando, en realidad, debería ser el ejecutor de las órdenes que se le imparten desde el Congreso a través de las leyes, principalmente la de presupuesto.

Si el Ejecutivo avanzó hasta asumir roles legislativos es porque el legislativo se lo permitió. «Cuando el Parlamento habla, el Ejecutivo calla»… no en nuestro país. Baste recordar la famosa resolución 125 que, a pesar de ser vetada por el Congreso, dio origen a ríos de tinta e innumerables minutos televisados en una controversia que debió darse por terminada en el momento en que se expidió el órgano legislativo.

Ya vamos por el bicentenario. Doscientos años parecieran ser suficientes para aprender a vivir en democracia (según el diccionario: «Régimen político en el que el pueblo ejerce la soberanía», que data del siglo V antes de Cristo). De allí la importancia de la próxima convocatoria a elecciones.

Lucía Bedin, DNI 16.407.296

Neuquén