Cuando se enfrentan, son «Deportivo empate»

"Cipo" y el "Rojo" volvieron a igualar. No hubo conformismo.

Parecen dos caprichosos. Dos equipos que no se dan tregua, que aprietan los dientes, que defienden su orgullo hasta la última pelota, hasta el pitazo final. Lo tenía Cipolletti, como la primera vez en La Visera, pero Independiente se lo empató (1-1). Y así, como de costumbre, albinegros y rojos quedaron en tablas.

Fieles a lo que disponen los mandamientos de un clásico (al menos en tiempos modernos), Cipolletti-Independiente no fue un partido brillante desde lo futbolístico, con jugadas deliciosas, tacos y rabonas. Pero sí hay que decir que las emociones no faltaron, que los músculos quedaron exhaustos, que nadie guardó ni un gramo de energía para otra ocasión.

Domingo Perilli y Gustavo Coronel se conocen, y eso se nota. Por eso sus juegos devienen en partidas de ajedrez, y el devenir del resultado se resume a un acierto táctico propio o un error ajeno.

Por eso el primer tiempo terminó con pocas situaciones de peligro. Las dos más claras las tuvo la visita, que no acabó arriba en el marcador porque Matías Iturra debe haber sentido algún tipo de cargo de conciencia en cuanto de marcarle a su viejo equipo. Sino, no se

entiende: la primera fue a los 30, luego de un tiro libre de Orlando Porra que no pudo contener Raúl Ruiz, y que el 'Manco', abajo del arco y sin obstáculo a la vista, la tiró por arriba; la segunda fue minutos después, cuando esta vez el 'Oreja' le ganó a un Iturra que no pudo definir en el área chica.

Cipolletti, antes y después, llegó con peligro con algunas pelotas paradas y un desborde de Mariano Figueroa que terminó en un disparo al primer palo. Todas situaciones bien controladas por el 'Gringo' Ciattaglia.

A la vuelta de los vestuarios la paridad no se quebraba. La lucha mayor se libraba en la mitad de la cancha y el duelo entre Diego Landeiro y Leo Larenas (una de las figuras) era para alquilar balcones.

El reloj se posó en el minuto 15, y fue el tiempo de Larenas. El volante metió una jugada bárbara por izquierda y como un fantasma apareció Daniel Carou, cuando no, para abrir el marcador y clavar su octavo gol en el Clausura.

'Cipo' no lo pudo liquidar, se descuidó en un tiro de esquina, y «Manolo» entró sólo por el segundo palo para poner el 1-1.

El local lo pudo ganar en el final, pero no fue preciso.

Así se fue un nuevo clásico sin que haya un vencedor. (AC)


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